Edgar Fonseca
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Viene el primer buque norteamericano a las costas de Limón, como parte del valiosísimo apoyo que le brindan a país en el patrullaje de nuestros mares contra las mafias narcos.

Trae a 150 médicos, 50 ingenieros y 100 voluntarios que realizarán labores de servicio social en sufridas comunidades limonenses, como lo han hecho a lo largo del convenio de patrullaje, sin causar el menor rasguño a nuestra sacrosanta soberanía.

En el hospital de Limón realizarán 300 operaciones para ayudar a desahogar el trabajo en dicho centro de salud.

Darán consulta externa a mil pacientes diarios.

Y pondrán clínicas móviles en Bribrí y Siquirres.

Fortalecen, así, las excelentes relaciones que caracterizan en su historia a Costa Rica y Estados Unidos.

En Venezuela, el bufón, dedicado a exhumar momias de héroes patrios y a profanar su memoria, como lo acaba de hacer con la del Gran Bolívar, (y a romper relaciones al menudeo) trata de interferir, dañoso, en los estrechos nexos tico-norteamericanos.

Lanza irresponsable la especie de una invasión regional con nuestro suelo patrio como punto de partida.

¿Y la Cancillería tica?, hace mutis.

Ante el matonismo del dictadorzuelo bolivariano, se necesita de una diplomacia tica más beligerante que, como la de Volio en su tiempo, o la colombiana de hoy, lo enfrente y denuncie a los reales enemigos de nuestra democracia.

Punto final: el segundo mayor empleador privado de Costa Rica es la multinacional estadounidense HP, dentro de una creciente inversión externa en el país. Gracias, también, por esta otra invasión.