Erick Carvajal M.
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Santo Domingo es la primera víctima de los cantones heredianos sobre los cuales se asoma la amenaza de las fuertes lluvias y el desbordamiento de los ríos.

Según un estudio de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) llamado “Amenazas naturales cantón de Heredia”, cinco ríos ponen en riesgo varias comunidades heredianas.

Los ríos son: Sarapiquí, Burío, Pirro, Bermúdez y Virilla. (Ver infografía: Peligro fluvial).

“Saqué a mis hijas por una montaña para estar a salvo”, comentó ayer Cruz María Elizondo, una de las 55 personas albergadas en el gimnasio del Polideportivo de Santo Domingo.

El drama de Elizondo se puede repetir en otra comunidad herediana. Raúl Bolaños, alcalde de Santo Domingo, informó ayer que los alcaldes de la provincia están pidiendo un informe regional de los riesgos en cada una de las comunidades.

El estudio de la Comisión determinó que uno de los problemas en Heredia es la construcción de viviendas cerca de los ríos.

Pone el dedo en el desarrollo urbano en forma desordenada y sin ninguna planificación, al margen de las leyes de planificación urbana y forestal.

Según Bolaños, estas viviendas de barrio Fátima tienen muchos años de existir y antes las condiciones de las lluvias y los ríos no eran de mucho peligro.

“La gran cantidad de urbanizaciones que ahora aportan agua al río es un factor que se une a los aguaceros”, comentó Bolaños.

El Alcalde de Santo Domingo indicó que una de las ideas es obligar a los desarrolladores a darle un mejor tratamiento a las aguas que van a dar a los ríos.

Respuesta lenta

Sigifredo Pérez, jefe de Operaciones de la CNE, explicó que la reacción de las municipalidades del país ante estos problemas ha sido lenta.

La rapidez tal vez llegue con la aprobación del Plan Nacional de Gestión de Riesgos las cosas tienen que cambiar.

Según Pérez, este plan obliga a las municipalidades a incluir dentro de sus presupuestos dinero para la prevención de riesgos.

Precisamente, una de las recomendaciones que hace la Comisión en su estudio de las amenazas naturales de Heredia, es planificar el envío de aguas servidas y pluviales que fluyen de las diferentes urbanizaciones.

Además, pide a las municipalidades poner en práctica obras de protección en las márgenes de los afluentes.

También señala que se deben formar brigadas de vigilancias de las cuencas de los ríos que pasan cerca de los centros de población.

Sin embargo, para Cruz María Elizondo y sus dos hijas, el tiempo es oro.

Ellas y las 52 personas albergadas en el gimnasio del Polideportivo de Santo Domingo, piden un lugar digno para vivir.

“Hace 11 años pasamos por la misma situación y no queremos volver a vivir eso”, dijo.

 

Municipalidad busca terreno para familias

Entrevista a Raúl Bolaños, alcalde de Santo Domingo

¿Qué se va hacer con estas 55 personas damnificadas?

Esa es la gran interrogante. Hemos estado en conversaciones con el IMAS y el Ministerio de Vivienda. En estos momentos la prioridad es encontrar un terreno para iniciar las negociaciones y darles una esperanza.

¿Por qué esas zonas estaban habitadas?

Son comunidades que tienen muchos años de existir. Antes las condiciones de las lluvias como de los ríos no eran de mucho peligro.

Las municipalidades tienen recomendaciones de no permitir construir en esas cuencas, pero la respuesta es lenta para evitarlo.

Sí. Creo que se ha ido tomando conciencia y en la medida que se vayan aprobando los planes reguladores las cosas van a cambiar. Por ejemplo, anteriormente no existía el requisito del índice de fragilidad ambiental, pero ahora tienen que llevar ese requisito.

¿Se planea un estudio en el cantón sobre riesgos?

Tenemos previsto un estudio de la microcuenca para identificar los riesgos. Sin embargo, el viernes pasado, hubo una reunión de alcaldes de la provincia y se tomó el acuerdo de pedir un informe de toda la región.