Rodolfo Martín
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El joven de apellido Gamboa y, de solo 20 años, extendió su mano y algo intentó decir, pero no pasó de un incomprensible murmullo agónico.

Quien le agarró la mano, para tomarle el pulso, fue Esteban de La O, un vecino del barrio La Arboleda, de Paso Ancho, quien –tras silenciarse el tiroteo que había oído afuera–, decidió salir para ver qué ocurría.

“El joven tenía un balazo por la espalda que recibió anoche (antenoche para los lectores) durante un enfretamiento con un guarda a quien, junto con un desconocido, pretendieron robarle la motocicleta mediante el método del ‘bajonazo’”, explicó Dimas Bustos, delegado de la Fuerza Pública de Paso Ancho.

El vigilante, de apellido Gómez y empleado de la compañía de seguridad privada CSE, acababa de terminar su jornada de trabajo en un Hipermás cercano y se dirigía a su casa.

Sin embargo, cuando circulaba frente a la iglesia Bíblica Bautista fue interceptado por Gamboa y el otro sujeto que viajaban en otra motocicleta.

“La información que tenemos es que el hoy occiso, fue quien se bajó y lo amenazó con un arma calibre 22”, agregó Bustos.

Inmediatamente, añadió, le arrebató el celular, se lo guardó en el bolsillo y, cuando regresaba a la moto, donde lo esperaba el cómplice, surgió el enfrentamiento.

Aún herido logró caminar unos cuántos metros hasta caer en la acera frente a un edificio de apartamentos.

El cómplice huyó de la escena mientras Gamboa agonizaba abandonado.

El padre de Esteban, Silvestre de La O, le preguntó a su hijo cuán grave estaba el muchacho y éste le respondió que si la ambulancia no llegaba rápido, difícilmente iba a salvarse.

Y así ocurrió, expiró 10 minutos más tarde.

El celular que llevaba en el bolsillo timbraba constantemente y, al parecer, se trataba de la esposa del oficial Gómez la cual lo llamaba para saber si estaba o no por llegar a la casa.

Hallazgo

Dimas Bustos, policía.

Al OIJ le entregamos el revólver calibre 22 que, aparentemente, portaba el joven que resultó muerto”.

Lilliana Maroto, vecina.

¡Qué susto! Al darse el tiroteo en quien pensé fue en mi nieto de nueve meses que duerme al lado de la ventana”.