Gabriela Quirós Ulloa, colaboradora
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Gaseosas, chocolates y todo tipo de comidas empaquetadas se han apoderado de las loncheras de los más pequeñitos del hogar.

El estrés que causan las actividades cotidianas provoca que padres de familia olviden los beneficios de una alimentación sana.

Situación que se refleja cuando suena el timbre del recreo, donde los altos niveles de azúcares y grasas, se destacan en las meriendas que los niños llevan.

La nutricionista Ana Cristina Gutiérrez, afirmó que los papás dedican poco tiempo a la nutrición de los chiquitines y han encontrado en las comidas rápidas la solución para las mañanas.

Es por eso que le aconsejamos enviar a sus hijos meriendas sencillas y fáciles de preparar, pero con un alto contenido nutritivo.

Marianela González, nutricionista de Equilibrio Vital, aseguró que los padres pueden preparar cosas tan sencillas como emparedados y rollitos de tortillas.

“Hacer un sándwich no toma más de cinco minutos. Es primordial hacerlo con pan integral combinándolo con queso, jamón y pollo. También se puede agregar lechuga”, agregó González.

Los palitos de ajonjolí, bizcochos, barras de cereal y galletas sin relleno son buenos productos para completar, según Gutiérrez.

Las frutas siempre deben estar presentes en las comidas de sus hijos así como refrescos naturales. González, recomienda frutas como uvas, ciruelas y duraznos para complementar una dieta sana en los pequeños.

Gutiérrez destacó que niños con sobrepeso deben consultar un nutricionista para su dieta.