Roxana Zúñiga, periodista
ropazu@racsa.co.cr

El planeta (redondo) se une a la bola de fútbol (redonda) para dar la feliz noticia: nace mañana el Mundial en Sudáfrica. Es un nuevo hijo de doña Fifa, esa matrona dictatorial que organiza un negocio (redondo) de millones de dólares cada cuatro años, cuando los efluvios del deporte de los puntapiés adormece los sentidos.

Es imposible resistirse a su influencia y dondequiera que vas, el partido domina la atención… en las mesas, en las camas, en las salas, en los bares, en los potreros… y hasta en los baños.

Es el virus que por un mes nos tendrá alelados, sudando y sufriendo… no hay cura… solo el tiempo.

CID Gallup realizó una encuesta entre 1.300 costarricenses de todo el país para conocer con cuál país van los ticos. ¿Adivinen quién ganó? Brasil, por supuesto. En segundo lugar destacó España y luego Argentina, Alemania e Inglaterra.

Desde 1958, cuando en Suecia se televisó el primer campeonato, los costarricenses han teñido su corazón de verde y amarillo. Quizá al mirar, por primera vez, a aquel Pelé de 17 años y observar su maravilloso arte con la pelota, el tico se encariño con el gigante de habla portuguesa.

De ahí que Costa Rica en época mundialista se confunde con cualquier barrio de Río o Bahía y sus camisetas de la samba.

Llegó la fiesta más grande del orbe. A tomar asiento y disfrutar de un espectáculo meticulosamente planeado para fabricar dinero.

Este 2010 muchas estrellas faltarán en el firmamento, pero ni eso opaca el brillo en los ojos de los fiebres.