*Karina Picado, psicopedagoga
karinavidasana@gmail.com

         

Tengo 15 años, cuando mi papá nos dejó hace seis años mi mamá como que se volvió en mi contra, con el orden de la casa, las tareas del colegio y que no le ayudaba con mi hermanita, como si fuera mi obligación. Discutimos feo y no soporté, me fui al apartamento de mi papá. ¿Hice mal?

R/ Ambos tienen una carga emocional que no han podido sacar: resentimientos, heridas y cambios de estado de ánimo, que no saben explicar ni controlar, porque están a la defensiva, como si fuera una competencia. Tu mamá inconscientemente te ve como el hombre de la casa y en parte tú eres la figura masculina que tu hermanita necesita para amar. Eso no debe hacer que funjas como adulto, pero sí que vayas madurando. Siéntate con tu mamá y pídele perdón. Ella también lo hará, luego di en una sola frase, lo que quieres que cambie: su trato.

Me gusta un enano

Tengo un compañero muy bajito, todo el mundo le dice “enano”. A mí no me gustaba físicamente, pero poco a poco me fue gustando su forma de ser y cómo trata a la mamá. Ya he salido con él, pero sin querer me avergüenzo en la calle de ser yo más alta.

R/ Mira, en la sociedad nos han acostumbrado a que la mujer debe ser más baja que el hombre, pero eso es un estereotipo machista. Lo que debes hacer es tener más confianza en ti misma, y si de verdad te gusta, lucha por él a pesar de lo que digan. El problema es que si no luchas con ese feo sentimiento, no podrás avanzar en conocerlo mejor y no te enamorarás, ni llegarás a amarlo tal y como es. Ese hombre vale mucho.

*Los contenidos de esta sección son responsabilidad de Karina Picado