Neyssa Calvo Achoy
ncalvo@aldia.co.cr

         

Una intensa descarga de energía fue lo que dejó

fluir Chayanne el sábado en la “Cueva” del monstruo.

Con los pelos de punta, así quedaron miles de mujeres al ver a su ídolo aparecer en medio de una cortina de humo y con esa eterna sonrisa que lo hace verse como un niño travieso y el amante perfecto.

Como un reloj suizo apareció a las 9 p.m., entre los suspiros, gritos, aplausos y piropos de sus fieles que coreaban a todo pulmón: “¡rico, rico!”.

Lo recibió un público ansioso y muy animado, pues media hora antes habían calentado con la fusión del grupo MasterKey, Tamela Hedström y el boricua Ángel López, que recetó “covers”.

A eso de las 9:02 p.m., Chayanne hizo vibrar el Saprissa con “Provócame”, seguido de “Lola”, con la que hasta el menos diestro se tiró a pista.

Después de esa provocadora entrada que lo puso a sudar, el boricua, recordó que en ese mismo lugar cantó en 1983 y que volvía hacerlo gracias al apoyo del público.

“Esto que está aquí, fue hecho para ustedes con amor”, señaló Chayanne, que siguió agitando a su gente con piezas al corazón como “Un siglo sin ti”, “Si no estás”, “Y tú te vas” y “Atado a tu amor”.

La amenaza de lluvia fue desapareciendo conforme el cantante inyectaba más sabor a sus movimientos de cadera con “Caprichosa”, “Candela” y “Salomé”, entre otras.

Él no defraudó a ninguna de sus admiradoras que le dieron un queque por su cumpleaños, le lanzaron rosas, bufandas que puso alrededor de su cuello y hasta un sostén que muy sensualmente colocó dentro de sus pantalones para el delirio de las presentes.

Se dejó ver con cinco cambios de ropa, en medio de un repertorio de 19 canciones acompañado de un juego de luces, seis bailarines, coristas y sus músicos.

A eso de las 10:20 p.m., continuó con “Besos en la boca” para volver al pasado con “Tiempo de vals” donde pidió una pareja de baile. La elegida fue una niña que se aferró a él como si fuera un oso de peluche.

A esa hora tenía a sus pies un mar de mujeres deseosas por capturar su sonrisa en el celular.

El sueño de muchas de las que corearon “torero, torero” se cumplió cuando apareció una coreografía flamenca. Una antesala de lo que sería su gran despedida con “Torero” y prometer que volverá siempre y cuando lo llamen.