Sudáfrica, dpa. La selección francesa de fútbol vivió una rebelión a dos días de buscar el pase a octavos de final del Mundial de Sudáfrica: los jugadores se negaron a entrenarse en señal de protesta por la expulsión de Nicolas Anelka.

“Todos los jugadores del equipo quieren, sin excepción, mostrar su oposición con la decisión de la Federación de excluir a Anelka”, expresaron los futbolistas en un comunicado a los medios de comunicación.

La Federación Francesa de Fútbol (FFF) lo consideró “inaceptable”.

“Nos disculpamos ante todo el país”, se leyó en el comunicado publicado por la FFF, que debatirá tras el torneo, en su asamblea general, qué medidas tomar.

“Al contrario de lo dicho por los jugadores, esa sanción (contra Anelka) se tomó tras una larga reunión con el implicado y con el capitán (Patrice Evra)”, señaló la federación.

“Los futbolistas dirán por qué han tomado esa decisión”, comentó sobre la medida de fuerza del equipo el director de la delegación, Jean-Louis Valentin.

Incluso el presidente galo, Nicolas Sarkozy, se pronunció respecto al escándalo. “Es inaceptable”, dijo Sarkozy desde Rusia.

Valentin anunció ayer que dimite ante el escándalo que vive Francia. “En serio, dejo Sudáfrica y regreso a París”, dijo a los periodistas en el cuartel general, en Knysna.

Y agregó: “Estoy indignado y harto. Dejo mi trabajo. Lo que pasa aquí es un escándalo para la federación, para el equipo francés y para todo el país”.

TICTACTIC

El delantero Nicolás Anelka fue separado de la Selección fracesa luego de insultar al técnico Domenech. Decisión que no apoyaron sus compañeros y se fueron a huelga, como muestra de apoyo hacia el atacante. Esta situación agudizó la crisis.