Neyssa Calvo Achoy
ncalvo@aldia.co.cr

Ya no son cuatro gatos los que están acampando frente al estadio Saprissa. Desde hace casi dos semanas el número de fanáticos de Metallica ha ido creciendo.

Warner Chaves, de ISASECA S.A., empresa de seguridad contratada por Evenpro, informó a los jóvenes apostados en el lugar, que hoy podían instalarse en la “Cueva del Monstruo” y que tendrían vigilancia las 24 horas.

Agregó que también está prohibido ingerir alcohol una vez que estén en la fila oficial.

Desde el fin de semana fueron más los que se sumaron a la aventura de aguantar frío, calor, incomodidades y hasta hambre con tal de tener un excelente lugar en el concierto que ofrecerá la conocida banda el 7 de marzo.

Ricardo Quirós, José Pablo Espinoza y Armando Campos, se unieron el sábado al grupo.

“Es muy tranquilo, acá todos somos ‘compas’ y nos cuidamos. En mi grupo somos 25 amigos y nos turnamos para pasar la noche y asegurarnos un buen sitio ”, comentó Quirós.

Si algo han tratado de mantener los que esperan desde el 18 de febrero para ver a sus ídolos, es el orden e incluso se han organizado por equipos conforme van entrando a la fila. A la fecha se cuentan ocho grupos y cada uno representa como mínimo 40 personas.

Ilse Chaves, fanática que llegó desde el primer día, informó que al menos sus compañeros van a respetar las normas, pues lo que desean es disfrutar el concierto.

“La verdad, acá es muy tranquilo y la gente nos ayuda. El fin de semana algunas personas de la feria nos regalaron frutas y verduras ”, recalcó Chaves.

“Se colocaron también unos servicios sanitarios que están a su servicio las 24 horas y se les dará mantenimiento”, recalcó el encargado de ISASECA.

Eduardo Agami, gerente de Evenpro Costa Rica, indicó que esta semana dos productores de la empresa llegan para finiquitar detalles del montaje.

Añadió que Metallica estaría arribando en su avión privado, pero no reveló el día ni hora de su llegada a suelo tico.

Agami señaló que hace tiempo los productores del grupo visitaron el país para corroborar que el lugar cuente con toda las medidas de seguridad del caso.