Julio Peña, corresponsal GN y Rodolfo Martín
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Nicoya, Guanacaste. - Un maestro de obras que cocinaba unos frijoles para el almuerzo, se quedó sin leña y, como el fuego estaba a punto de apagarse, salió a recoger algunos maderos y con lo que se topó fue con un cuerpo en estado de descomposición.

Esta fue la situación con la cual se encontró Didier Briceño cuando buscaba los troncos en una finca aledaña al campo de aterrizaje de Nicoya, a unos 800 metros al este de la Delegación de la Fuerza Pública.

El hombre, conocido como “Gemelo”, andaba con una prima cuando se acercó a un árbol de carao para ver si tenía pericos y fue en ese instante donde divisó al hombre tirado.

Inicialmente supuso que el sujeto estaba tomando una siesta.

“Viera que tembladera me dio cuando me acerqué y lo voy viendo todo tieso y con el mal olor que despedía, en mi vida me ha pasado algo así tan feo”, comentó.

De inmediato, Briceño fue a la casa de una vecina, desde donde alertó a la Fuerza Pública local.

El cuerpo, aún sin identificar, estaba boca arriba, sin camisa y en medio de un pequeño charral, bajo el árbol donde varios zopilotes montaban guardia sobre el hombre.