Pablo Aguilar Quirós
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Con la aprobación de la reforma al sistema sanitario de Estados Unidos, el presidente Barack Obama hizo historia, tras lograr un cambio social que lleva más de 100 años de impulsarse.

Según la agencia AFP, Estados Unidos, “a diferencia de la mayoría de los países desarrollados”, gasta mucho más que otras naciones en asistencia médica, pero “obtiene los peores resultados, ya que deja que millones de personas corran el riesgo de perder sus casas y hasta la propia vida ante la falta de un seguro de salud”.

Impulsada por Obama, la reforma al sistema de salud amplía la cobertura al 95% de los estadounidenses, brinda asistencia sanitaria a 32 millones más y controla los desmedidos costos.

Estadísticas publicadas el lunes pasado por la BBC de Inglaterra revelan que en el 2008 había 46,3 millones de estadounidenses sin cobertura, de una población total de 300 millones. Esa cifra incluye 9,2 millones de personas que no son ciudadanos.

“Otros 25 millones de ciudadanos tienen una cobertura inadecuada para sus necesidades”, agregó la BBC.

Con esta reforma, el 95% de los estadounidenses estará cubierto por algún seguro de salud.

Según la cadena de noticias inglesa, unas 24 millones de personas que carecen de cobertura serán elegibles para exenciones impositivas que les permita comprar un seguro.

A partir del 2014, la mayoría de gente estará obligada a obtener un seguro de salud o enfrentar una multa de al menos $695 al año, o 2,5% de sus ingresos.

Obama tiene previsto firmar el próximo martes la Ley de Conciliación sobre Salud y Educación del 2010, última parte de su reforma.

¿Quiénes ganan? (*)

La mayoría de las personas que hasta el momento carecían de cobertura de algún sistema de salud.

Con la reforma habrá millones de nuevos clientes potenciales, ya que la misma no crea lo que se propuso inicialmente: un régimen administrado por el Gobierno que pueda competir con las aseguradoras privadas.

Más personas con cobertura significa mayor capacidad para pagar tratamientos en el hospital, visitar médicos y comprar medicamentos, un posible beneficio para los hospitales y compañías farmacéuticas.

(*) Información publicada en la página web de la cadena BBC de Londres, el lunes 22 de marzo.

¿Quiénes pierden?

La reforma no prevé cobertura para unas 23 millones de personas. Un tercio de ellas son inmigrantes indocumentados que viven en el país.

El resto son ciudadanos que serán elegibles para Medicaid, plan estatal de salud para los pobres que no se aprovechan de la reforma y personas con ingresos muy bajos que pueden estar exentas de la obligación de adquirir un seguro.

A partir del 2013, las familias con un ingreso anual superior a $250.000 tendrán que pagar un impuesto adicional de 3,8% a sus rentas de inversión y contribuir más al Medicare a través de impuestos a sus salarios.

Empleadores que tengan 50 o más trabajadores bajo su responsabilidad podrían enfrentarse a multas si no les proveen de un seguro de salud.

Los críticos argumentan que la reforma costaría cerca de $940.000 millones en los próximos 10 años. La Oficina Presupuestaria del Congreso indicó que ésta recortaría el déficit federal en $138.000 millones.

Las reglas actuales

Medicare

Actualmente, el Gobierno tiene el programa Medicare, el cual va dirigido a personas mayores de 65 años.

Medicaid

Es el programa del Gobierno para personas de bajos ingresos residentes en el país.

Deductivo

Otro de los programas es el Seguro de salud financiado por el empleador, el cual es pagado por deducción de salarios .

Veteranos

En el programa “Veteranos de Fuerzas Armadas”, estos reciben cobertura médica.

Niños

El programa estatal de seguro de salud para niños cubre a menores de edad cuyos padres no son parte de Medicaid .