Rodolfo Martín
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Un cubano, exsoldado veterano de la guerra de Angola, residente en el país, enfrentó antenoche a tres asaltantes en su casa en Bosques de Santa Ana.

Horas después del incidente, murió uno de los supuestos agresores que fue herido, al parecer, por otro cómplice. La víctima mortal fue identificado como de apellido Ramírez. Murió ayer a las 11:30 a.m. en la unidad de cuidados intensivos del hospital San Juan de Dios por una herida de bala en la cabeza, confirmó el OIJ. El hombre cumplía 25 años ayer.

Al acostarse

El suceso ocurrió antenoche a las 11:45 p.m. cuando Ricardo Reyes, exmiembro del ejército cubano, volvía a su vivienda.

“Había salido a cenar a un restaurante con una amiga. Al llegar, guardé el carro en el garaje. Entré, me lavé los dientes y me acosté”, expresó el inversionista de 45 años, con casi cinco de vivir en Costa Rica adonde llegó procedente de Miami, Estados Unidos.

Estaba a punto de quedarse dormido cuando un ruido lo sobresaltó, recordó ayer Reyes, excombatiente de la guerra de Angola, cuando tenía 18 años.

El cubano, quien es residente estadounidense, se levantó y caminó hacia la puerta del cuarto.

“Aparecieron dos jóvenes armados, uno con una “pata de chancho” y el otro con un revólver. Creí que era el último día de mi vida por lo que me le lancé al del revólver. Él me disparó dos veces, mientras que el otro me golpeó con la herramienta por la cabeza”, añadió Reyes, quien fue miembro del equipo olímpico de boxeo de Cuba.

Un tercero, mientras tanto, robaba y guardaba una pantalla de plasma de 42 pulgadas dentro de un carro estacionado afuera.

El forcejeo siguió adentro por unos minutos, tiempo que le sirvió al tercer sujeto para volver y desconectar una computadora.

Al ver que las cosas se complicaban, Ramírez y su cómplice le gritaron que escapara, recordó.

Los dos desconocidos lo lograron, no así Ramírez, que siguió forcejeando con el exsoldado hasta que llegaron a la puerta.

En ese momento, desde el carro dispararon dos veces. Ramírez fue alcanzado por el segundo.

La alerta

Jorge Ramírez, cruzrojista.

“A nuestra base en Santa Ana ingresaron dos alertas una a las 11:50 p.m. y la otra casi media hora después. Los heridos fueron llevados al San Juan de Dios”.

Juan C. Fletes, policía.

“El sujeto quedó boca abajo y agonizante. Llevaba puesta una gorra, guantes y vestía ‘jeans’ de color azul. A un lado quedó una 9 milímetros”.

Gonzalo Pacheco, vecino.

“La Municipalidad de Santa Ana, ¡vea qué ironía!, mandó a desalojar y a demoler la caseta que el barrio había levantado para el guarda”.