Juan Diego Villarreal y agencia DPA
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El capitán de la selección de Alemania, Michael Ballack, se manifestó ayer hondamente decepcionado por quedarse sin jugar el que probablemente hubiera sido su última Copa del Mundo, debido a una lesión en el tobillo de su pie derecho.

“Es muy amargo que te den un diagnóstico como éste dos, tres semanas antes del Mundial”, dijo el centrocampista, de 33 años.

El jugador del Chelsea agregó que necesita tiempo para aceptar lo que le ha ocurrido y no pudo contener las lágrimas.

Ballack, quien es conocido como el “eterno segundón” tras no poder ganar dos veces la Champions, League, el Mundial y Eurocopa 2008, donde en todas cayó derrotado, dijo vivir un momento “frustrante su su larga carrera deportiva”.

Una resonancia magnética practicada ayer en Múnich reveló que el futbolista sufrió desgarros en el tobillo derecho y no podrá volver a las canchas por lo menos en dos meses, lo que lo deja fuera de la gran cita en Sudáfrica.

Ballack se dobló el pie por una fuerte entrada del defensor ghanés Kevin-Prince Boateng en la final de la Copa inglesa, el sábado pasado, que se adjudicó el Chelsea al vencer 1-0 al descendido Portsmouth.

El seleccionador alemán, Joachim Löw, dijo que la dura baja Ballack debe llevar al equipo a “ unir fuerzas y a mirar hacia adelante” y recordó que en la historia del fútbol alemán se ha visto que cuando grandes jugadores faltan “ otros crecen para ocupar su lugar ” .

“ Por un lado es lamentable que él no esté con nosotros, eso es claro ”, dijo Löw. “ Pero también es claro que para nosotros es hora de unir fuerzas. No puede haber resignación”.