Se hidrata bien. En la alta temperatura de la pampa guanacasteca el Chirriche acude a menudo a hidratarse en este balde de agua. Su dueño, Hugo Jiménez, se lo llena hasta cuatro veces al día.
Ya tiene heredero. El toro de siete años, vive hace seis en la finca El Bosque en San Pedro de Santa Cruz de Guanacaste, en donde también consiguió novia, que tuvo hace año y medio una cría.
Aprecio. El Chirriche permite que el ganadero le muestre todos los días su aprecio y se lo devuelve quedándose quieto mientras lo acaricia. Jiménez dice que gracias al toro, conoce casi todo el país.
Subió de peso. El Chirriche se comporta muy manso en su finca. Este año la bestia aumentó de 680 a 720 kilos de peso.
Obediente. La la obediencia a su amo es increíble. Con frecuencia, Hugo Jiménez le habla y él acata. Una muestra es que el toro es capaz de matar cuando está en un redondel, pero al lado de su dueño se comporta tranquilo.
Se recuperó de una lesión. Este año el animal sufrió una lesión de la cual ya se recuperó. También recibe tratamiento muscular para eliminar el estrés de los largos viajes.