Domingo 28 de noviembre de 2010, San José, Costa Rica
Sucesos | Cruel asesinato en Pocosol de San Carlos
Mujer nicaragüense muere apuñalada por desconocidos
Hija de siete años presenció el brutal ataque / Móvil habría sido el robo de ¢150 mil
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    Las investigaciones iniciales son coordinadas por la fiscal Flor Hidalgo. Carlos Hernández.
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    Los vecinos reaccionaron ayer sorprendidos por la crueldad de los homicidas, que lograron escapar. Carlos Hernández.
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    Como juez actuó el Luis Diego Calvo. Carlos Hernández.

Carlos Hernández, corresponsal GN y Rodolfo Martín
rmartin@aldia.co.cr

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San Carlos, Alajuela. - Una humilde y esforzada madre nicaragüense de 32 años, murió asesinada antenoche a machetazos frente a su hija de siete años en el poblado de Paso Real, situado a unos 25 kilómetros de Santa Rosa, cabecera del distrito de Pocosol.

Mardelay de Los Ángeles Dávila Brizuela, oriunda de Nueva Guinea, recibió tres heridas en el abdomen, una en el cráneo, otra en el cuello y otras en el hombro izquierdo. Además, le amputaron un dedo de la mano derecha, precisaron las autoridades.

“¡Mataron a mamá... mataron a mamá!”, así –en estado de “shock” y, a lágrima viva– recibió la hijita de siete años a su hermano, cuando llegó a la casa y descubrió el cuerpo de su madre ensangrentado en el camino. El muchacho tiene 17 años.

El hecho fue protagonizado por dos sujetos que irrumpieron en el pequeño cuarto donde dormían madre e hija después de forzar la ventana con una varilla.

“¿Quién anda ahí? ¡ Por favor... váyanse! ¡No molesten a estas horas!”, suplicó varias veces Mardelay, según relató la chiquita.

Los desconocidos no atendieron razones, la sacaron y la apuñalaron con ensañamiento.

“¡Mamá... mamá corra... corra para que no la maten!”, gritaba la niña desesperadamente.

Los desconocidos, en vez de detenerse en el cruel ataque, más bien se volvieron más brutales y golpearon a la niña con un palo en la cabeza.

El móvil, aparentemente, habría sido el robo de ¢150.000, un dinero que con enormes sacrificios había ahorrado a lo largo del año para viajar en diciembre a Managua, según comentó su vecino Ángel Duarte. Ella tenía toda la ilusión de poder reencontrarse con sus otros dos hijos que viven con los abuelos paternos.

Violencia

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María Hernández.

Alexis Núñez, policía.

Por la saña con la que le quitaron la vida me da la impresión que actuaron movidos por un deseo de venganza”.

Ángel Duarte, vecino.

Era una mujer dedicada a su trabajo y a sus hijos. En el poco tiempo que vivió aquí siempre fue correcta”.

María Hernández, vecina.

La niña de siete años llegó horrorizada y temblando a mi casa diciendo que dos hombres mataron a su mamá”.

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