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No pueden vivir el uno sin el otro. Internet.
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Censura. En 2006, un organismo británico juzgó donde se mostraban los personajes fumando. Las escenas fueron borradas.
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Racismo. Tomasa, quien nunca enseñó su rostro, representaba un estereotipo racial y fue editada por una mujer de raza blanca.
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Pasada. La serie ha sido considerada además excesivamente violenta por algunos sectores.
Rodolfo Rodríguez L.,colaborador
redaccion@aldia.co.cr
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Los estudios Hanna-Barbera le dieron vida a dos de los personajes más queridos en la pantalla chica: Tom y Jerry cautivan por épocas en el entretenimiento de muchas personas.
Se trata de una producción norteamericana doblada al español con modismos y vocabulario “algo diferente” (pero que les otorgaba un sello de identidad) y, hasta mediados de los setenta, obligatoriamente sus cortometrajes eran transmitidos sólo por la televisión en blanco y negro.
Los episodios hechos por Hanna-Barbera son importantes por haber ganado siete premios Óscar, empatando como una de las series animadas más exitosas.
Tal y como todas las fábulas de su época (40s y 50s), las persecuciones con armas, choques estruendosos, disparos, explosiones, caídas, agresiones de lo más diverso, amenazas y venganzas caracterizaron a Tom y Jerry, quienes por esas razones generaron controversias.
Tom, conocido como “Gasper”, es un gato doméstico que tiene una vida acomodada, de temperamento vivo, sensible, enérgico y decidido. Muy pocas veces gana o al menos en extrañas ocasiones triunfa, algunas veces, irónicamente, ambos pierden.
A su vez, Jerry es un ratón que siempre vive a una corta distancia de Tom, de vez en cuando se salvan la vida y se entregan regalos en Navidad.
Por alguna razón, Tom y Jerry simbolizan a la perfección una relación de mucho odio y amor, en la que ambos personajes no pueden vivir el uno sin el otro.
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