Rodolfo Rodríguez L.,colaborador
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Los estudios Hanna-Barbera le dieron vida a dos de los personajes más queridos en la pantalla chica: Tom y Jerry cautivan por épocas en el entretenimiento de muchas personas.
Se trata de una producción norteamericana doblada al español con modismos y vocabulario “algo diferente” (pero que les otorgaba un sello de identidad) y, hasta mediados de los setenta, obligatoriamente sus cortometrajes eran transmitidos sólo por la televisión en blanco y negro.
Los episodios hechos por Hanna-Barbera son importantes por haber ganado siete premios Óscar, empatando como una de las series animadas más exitosas.
Tal y como todas las fábulas de su época (40s y 50s), las persecuciones con armas, choques estruendosos, disparos, explosiones, caídas, agresiones de lo más diverso, amenazas y venganzas caracterizaron a Tom y Jerry, quienes por esas razones generaron controversias.
Tom, conocido como “Gasper”, es un gato doméstico que tiene una vida acomodada, de temperamento vivo, sensible, enérgico y decidido. Muy pocas veces gana o al menos en extrañas ocasiones triunfa, algunas veces, irónicamente, ambos pierden.
A su vez, Jerry es un ratón que siempre vive a una corta distancia de Tom, de vez en cuando se salvan la vida y se entregan regalos en Navidad.
Por alguna razón, Tom y Jerry simbolizan a la perfección una relación de mucho odio y amor, en la que ambos personajes no pueden vivir el uno sin el otro.
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