Isaac Lobo
ilobo@aldia.co.cr

         

En barrio Limoncito el tambor y el ímpetu de los niños y niñas no saben las carreras en que anda la Comisión de los Carnavales: ellos lo que quieren es bailar.

Mientras el papeleo que urgía se presentó casi que al límite de tiempo, en los barrios de Limón la fiesta continuaba como si nada.

“Nos faltaba el permiso de Fuerza Pública y ayer por la tarde lo mostramos y ya se obtuvo el aval del Ministerio de Salud. Ya hay carnaval”, expresó Wendy Lynch, presidenta de la Comisión de estos festejos caribeños.

Lynch ha tenido que moverse, como lo hacen los bailarines de las comparsas, pues fue nombrada hace tan sólo tres meses.

Este año los chinamos, los carruceles, artesanías y las ventas de tiliches se ubicarán en el campo ferial de Japdeva, a la entrada de la ciudad.

“Es un sitio cerrado, con una sola entrada y salida, así mantendremos la seguridad de forma más efectiva. También quisimos con esto no congestionar el centro”, explicó Lynch.

Los bares se dispusieron en las afueras del campo y este año son menos.

Otra de las novedades es que el carnaval y el tope se harán juntos, el 16 de octubre, a partir de las 12 m.d. “Primero las comparsas y carrozas y de último los caballistas”, explicó Frank Gómez, tesorero de la Comisión.

La salida será desde barrio Roosevelt, pasando por Avenida 6, calle 7, avenida 2 y terminando en el correo.

La que todavía están en veremos son las comparsas. “No nos han girado ninguna ayuda económica, estamos esperándola para terminar los trajes”, explicó Dennis Sterling, de Los Brasileiros.

De la misma forma opina Guillermo Rodríguez, dueño de la comparsa Los Espectaculares.

Al respecto, Lynch aseguró que pronto se los girarán.

Los Espectaculares ensayan en las noches en Limoncito, para lo que será esta fiesta popular, llena de tradición, en la que participan desde niños y adultos.