California, EE. UU./AP y noticias.terra.com.- Gracias al accionar heroico de Víctor Pérez, una menor de ocho años raptada mientras jugaba, logró escapar el martes cuando el hombre reconoció el carro del secuestrador, lo persiguió y le cerró el paso.

La pequeña, de origen hispano, apareció en Fresno unas 11 horas después de desaparecer y tras emitirse una alerta en todo el estado. Gracias a Pérez, la Policía arrestó a Gregorio González, de 24 años, quien sería parte de la pandilla Bulldogs.

El jefe de la Policía Jerry Dyer, informó que el conductor reconoció que la camioneta que iba delante de él era similar a la reportada por los medios de comunicación en imágenes captadas por una cámara de vigilancia.

“Cuando el conductor (Pérez) vio a la niña asomándose por una ventanilla le cerró el paso a la camioneta y la obligó a detenerse”, contó Dyer. El sospechoso hizo que la menor saliera del carro y ella se alejó corriendo.

“Me sentí contenta y agradecida porque mi hija había vuelto a casa (...) Durante esa noche las horas me parecieron eternas”, comentó la madre de la niña en conferencia de prensa.

Poco después de que Pérez lograra poner a salvo a la menor, las autoridades recibieron una pista sobre dónde se ubicaba la camioneta del secuestrador y lograron encontrarla en el parqueo de un conjunto de apartamentos.

El oficial Dyer explicó que González estaba en libertad condicional por una sentencia de violencia doméstica y había sido arrestado en múltiples ocasiones, incluyendo una bajo sospecha de poseer una escopeta recortada.

Ahora enfrenta los cargos de secuestro y asalto sexual.

Según las autoridades la víctima jugaba con otras seis niñas cuando un extraño se le acercó y logró atraerla a su camioneta. Dos adultos vieron lo que pasaba y le gritaron a las menores que se fueran de allí, pero el hombre tomó a la pequeña y se la llevó.

El héroe

Víctor Pérez, carpintero desempleado que actualmente recoge uvas, no tuvo que trabajar en la mañana del martes por mal tiempo, pero seguía por las noticias los detalles del secuestro.

A eso de las 6:45 a.m., en compañía de su primo, vio un vehículo con las características del que conducía el sospechoso: un viejo Chevrolet de color marrón rojizo con una franja blanca en el lado.

Pérez pensó que podría ser la camioneta e inmediatamente empezó a perseguirla. En el momento en que buscaba cómo detener al hombre, vio la cabeza de la menor, por lo que le reclamó al conductor y le dijo: “Esa no es tu niña”.

Aunque siempre tuvo en la mente la posibilidad de que el secuestrador estuviera armado, Pérez intentó varias veces obstruirle el paso hasta que lo logró. Apenas se detuvo su vehículo, el conductor empujó a la niña hacia afuera, entonces Pérez salió de su carro y se quedó con la pequeña.