Redacción/EFE.- Un grupo de ambientalistas cumplió ayer un día en huelga de hambre frente a la casa presidencial, como protesta contra una mina de oro a cielo abierto en la zona norte del país, cuyo futuro se define en un juicio que está en curso.

Con pancartas y camisetas, el grupo “Ni una sola mina” se afincó en una pequeña zona verde.

La exregente ambiental de Industrias Infinito, Sandra Arredondo, rindió ayer una extensa declaración que culminó este sábado a la 1 a.m. donde habría entrado en contradicciones sobre la necesidad de un nuevo estudio ambiental en el 2007.