Esteban Cuvardic

La gran noticia en Perú, destacada por todos los medios locales, fue el premio Nobel de Literatura para escritor y político Mario Vargas Llosa, uno de los mejores escritores del último siglo en Latinoamérica.

Hasta los tres periódicos deportivos de Lima – Líbero, El Bocón y Depor – señalaron en sus portadas el reconocimiento para Llosa.

Eso sí, en sus notas interiores, lo que hicieron fue ligar la pasión que, en muchos momentos, demostró don Mario por el fútbol que para todos es muy conocido.

El ganador del Nobel fue cronista deportivo durante el Mundial de España 1982, el último al que acudió Perú. Y en 1984 publicó artículos en la legendaria revista argentina El Gráfico.

En 2003, en la revista “Etiqueta Negra”, Llosa destacó el título del equipo Cienciano en la Copa Sudamericana.

Y el 13 de diciembre del año pasado, Vargas se puso el traje de hincha “Crema”, y estuvo en el estadio Monumental de Lima para celebrar el título de su equipo preferido: el Universitario.

Llosa fue un gran admirador del juego del brasileño Pelé – para muchos el mejor futbolista de la historia -, a quien vio jugar en el estadio Maracaná de Río de Janeiro. No dudó en calificar esta experiencia como una “segunda luna de miel”.

En Perú todos están felices con el Nobel a Llosa, aunque el polémico periodista y escritor peruano Jaime Bayly dijo en su programa de televisión que “este es un triunfo individual de él, no del Perú, porque en el pasado le dieron la espalda a Vargas Llosa (cuando no lo eligieron para ser Presidente). Así que ahora no aparezcan los demagogos”.

Sin duda Vargas Llosa es una apasionado.