Esteban Cuvardic
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Lima. - “Con ese peinado parece una mujer”, dijo un aficionado peruano, cerca de donde estaban sentados los periodistas que cubrían el partido entre incas y ticos.

Se refería al defensor Roy Smith, quien entró de cambio al minuto 83 por Heiner Mora.

Pero, en los diez minutos finales que jugó Roy, se armó tremendo alboroto en el estadio Alejandro Villanueva.

Las burlas y risas a Smith no se hicieron esperar. Al parecer, en Perú nunca han visto a un jugador con trenzas. Cuando el defensor corría, marcaba a un rival o tocaba la pelota, miles de aficionados peruanos, al unísono, hacían sonoros ruidos de burla, matizados con un inconfundible tono “femenino”.

Luego del partido, con sus inseparables y gigantescos audífonos en las orejas, y a punto de subirse al autobús, Roy respondió, con una constante sonrisa, las preguntas de algunos periodistas sobre el incidente con la gente. Casi, casi, que fue el principal protagonista del partido...sin quererlo.

“A mí no me molesta – dice Roy -. Más bien me motiva a hacerlo mejor. Si la gente me molesta es porque uno llama la atención. Agarro más fuerza”.