El pasado lunes, el técnico Orlando de León fue destituido del banquillo herediano.

Sí, se marchó llorando con su camiseta rojiamarilla pegada al pecho, y el sentimiento de impotencia que a más de uno conmovió por sus lágrimas.

Los aficionados florenses la emprendieron contra la dirigencia con insultos y amenazas por la destitución del técnico uruguayo, a quien incluso le llevaron una serenata.

Pero el martes Kenneth Paniagua y Jafeth Soto, llegaron a buscarlo a su casa, en el centro de Heredia, para ofrecerle restituirlo en su puesto.

Sí, es cierto, no es una broma lo que está leyendo, es parte de la comedia que se vivió en el “Team Florense” en los últimos días.

“No lo restituimos por la presión del aficionado, pero esperamos que lleguen al estadio a apoyar al equipo y sea el jugador número 12 de Don Orlando”, aseguró Carlos Salas, gerente general del Herediano.

Salas declaró que se apresuraron en destituir al entrenador florense. Anotó que sólo los ríos no se devuelven.

Sobre su regreso, De León comentó: “Yo hablé claro. Soy una persona de orgullo, pero tengo sentimientos. Si mi mujer me echara de la casa y al día siguiente me llama y me pide que regrese, yo lo hago porque la amo. De una manera muy similar yo amo al Herediano”.