Antonio Alfaro
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Nueva York. - La ciudad del Empire State, del Setiembre 11, de los Yanquis, de las 468 estaciones de metro, de los 1.056 kilómetros de vías férreas, del Central Park, es ahora también, para los amantes del fútbol, la de Thierry Henry, la sensación de la MLS.
Ya iba rumbo al camerino, tras atender a un grupo de periodistas, como lo hace solo una vez por semana y ocasionalmente después de los partidos -sin conceder entrevistas exclusivas- cuando se detuvo ante nuestro pedido.
Sin aires de estrella, se dispuso a responder con amabilidad, en un español no perfecto aunque fácil de entender (¡algo tenían que dejarle las tres temporadas en España, además de dos Ligas Españolas, una Supercopa, una Liga de Campeones de Europa, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes!).
Por un momento parece más cercano a quien nació en las Antillas Menores, que a quien acaba de pagar -según el Wall Street Journal- $14,8 millones (¢7.468 millones) por un apartamento de tres plantas en Mahattam, con ventanas de cinco metros en los pisos superiores y ático.
Ni siquiera mostró ínfulas de grandeza cuando le hicimos notar su papel de líder en el recién concluido juego ante Colorado, con victoria y gol suyo incluido, en el que dedicó constantes aplausos o consejos a sus compañeros, sin faltar el tico Roy Miller, con quien conversó largo y tendido en una pausa.
“Es normal, cosas de campo, siempre hay que hablar; también él me habla mucho cuando no veo lo que está pasando”, respondió Thierry Henry, quien se sabe necesitado del equipo para cumplir tanta expectativa.
Dos goles y tres asistencias en nueve partidos no alcanzan para una estrella traída del Barcelona, pero él parece confiar en que todo es cuestión de tiempo.
“Hay que esperar un ratito, entender a la gente y ellos entenderme a mí. Lo más difícil que tenía que hacer cuando llegué era tomar forma. No es fácil salir de las vacaciones sin ritmo, como Rafa (Márquez)”, comenta el francés, una vez superado el fracaso de su selección en el Mundial, la salida del club catalán y la escasa preparación.
“Sin ésto cuesta. Al menos ya no está haciendo tanto calor”, expresó sonriente, en alusión al recién pasado verano que lo recibió en EEUU.
En cada partido también lo recibe una buena barra en el Red Bull Arena, que en lo alto de las gradas destaca por las camisetas del Arsenal, donde Henry mostró su mejor fútbol. Tampoco faltan aquellos dispuestos a pagar $89.95 (poco más de ¢45 mil) en la tienda de su nuevo club, por la camiseta con el 14 en la espalda y el Henry inscrito, pese a que el delantero de 33 años aún no sobresale.
Contra el cuadro de Colorado mostró chispazos.
“No sé si ha sido mi mejor partido, pero me sentí un poquito mejor, que tenía piernas para correr”. Pareció dar muestras de ir en alzada, sin sospechar que la dolencia en la rodilla derecha lo privaría del juego de esta semana ante el Galaxy.
Henry reconoció sin problemas que aún no logra su nivel. Tan solo pareció incomadarse cuando el periodista de ESPN, Fernando Schwartz, le preguntó si le costaba una liga tan física como la MLS. “Yo jugué en Inglaterra, el fútbol más atlético”.
El más atlético del mundo -repitió el reportero, en tono ambiguo, que bien podía ser pregunta o afirmación-. “Vete a jugar ahí y me dirás después”, respondió el delantero, para dar paso a otras preguntas y partir.
-¿Me permite un momento? -le dijimos antes de que cruzara la puerta que comunicaba aquella sala llena de bicicletas estacionarias con el camerino-. Él se detuvo sin problema.
“Será difícil ganar este año”
Nueva York. - A Henry, resentido de una dolencia en su rodilla derecha, lo cuidarán para la hora decisiva, la de pelear un título que sería “increíble” según el francés, aunque lo considera “difícil” de lograr.
A cinco semanas para el final de la temporada regular, él, Márquez, Miller y compañeros, sublíderes de la Conferencia del Este, tienen casi asegurado el tiquete a los “play offs”, donde los ocho mejores clubes disputarán el campeonato (los dos mejores por Conferencia y los cuatro restantes según la tabla general).
“El equipo viene haciendo las cosas bien. Si podemos ganar este año sería increíble, pero creo que puede costar, porque llegó Rafa (Márquez) en un momento raro y yo también”.
“Creo que el próximo año el equipo jugará mucho mejor, pero si se puede este año vamos a intentarlo”.
Él intentará primero recuperarse y retomar el ritmo que parecía estar tomando. Aunque sin problema jugó dos partidos con la dolencia, el club prefirió dejarlo fuera del publicitado juego del viernes, ante Beckham y demás Galácticos.
Con Henry en plenitud, Red Bull será muy competitivo, aunque el mismo delantero advierte de otros “equipos que juegan muy bien como el Salt Lake (en el que está Saborío), los Galaxys y a veces Dallas. Pero vamos a intentarlo”.
PERFIL
Thierry Henry
Edad: 33 años.
Clubes: Debutó en 1994 con el Mónaco de Francia. También jugó con Juventus, el Arsenal, el Barcelona.
Selección: Cuatro mundiales (1998, campeón; 2002, primera fase; 2006, subcampeón; y 2010, primera fase).
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