Desde hace un mes asiste al gimnasio con una instructora.
“Voy de tres a cuatro días por semana, cuando mi hijo está en maternal. Es hora y media de ejercicios con una rutina, ‘cardio’, máquinas y ‘cardio’. Es muy motivante porque bajé de peso y noto los resultados”, comentó.
Aunque aceptó que le costó, eliminó de raíz su consumo de gaseosas, algo que le era casi hábito. Como mamá considera que se califica con una nota alta. “Creo que lo he hecho bien para no tener prevista la maternidad. Todos mis ingresos y mi trabajo son para él. Estoy dando lo mejor de mí”.