Se llevó a unaen el parabrisas 5 kilómetros

Réiner Montero, corresponsal GN y Carlos Láscarez S.

clascarez@aldia.co.cr

Sarapiquí - Un taxista informal que conducía en estado de ebriedad atropelló y mató antenoche a dos hermanas, una de tres años y otra de un año y dos meses.

Las pequeñas regresaban a su vivienda, junto a sus padres, tras compartir durante varias horas en casa de su abuela.

La tragedia se registró a las 9:47 p.m. en Cristo Rey de Sarapiquí, Heredia, cerca de la entrada principal de la vivienda, confirmó el Tránsito.

Allí Róger Meléndez Alfaro y su compañera Karol Ramírez (padres de las niñas) fueron arrollados –con sus tres hijos– por el Hyundai Excel que conducía un hombre de apellido Granados, de 32 años. Según testigos, el sujeto estuvo en dos bares.

La niña de tres años caminaba agarrada de la mano de su padre, mientras que la más pequeña viajaba recostada en el hombro. Estaban a 50 metros de su casa.

Tras el golpe, una de las niñas fue a dar metros más adelante, mientras que la otra recorrió cinco kilómetros (sin vida) en el parabrisas del carro hasta que el hombre se detuvo en el barrio Los Carretones, en Puerto Viejo de Sarapiquí.

Un vecino que observó llegar el vehículo de Granados dio parte a la Policía, Mencionó características similares al carro que en ese momento buscaban las autoriades. El testigo indicó que en el parabrisas “había un muñeco”.

La madre atropellada cargaba en brazos a otro niño de tres meses, quien fue trasladado junto a su progenitora a una clínica.

Alcoholemia dio positiva

El oficial de Tránsito José Barthel efectuó la alcoholemia a Granados. Esta arrojó 2,7 gramos de alcohol por cada litro de sangre. El límite es de 0,75

Ayer a las 4 p.m., la Fiscalía solicitó cuatro meses de prisión preventiva contra el taxista pirata por homicidio culposo y delitos de lesiones graves.

Una vez detenido, Granados fue remitido a las celdas de OIJ.

Contenta con celular de juguete

Deyanira Alfaro, abuela de las dos niñas, aseguró ayer que no olvidará las risas de las menores, en especial la de tres años, quien estaba muy contenta con un celular de plástico que le regalaron.

“Al salir de la casa, empezaron a decir adiós. Ese carro venía volando. Le grité a mi hijo que tuviera cuidado porque se lo iba a levantar. Mi hijo sólo pudo empujar a la esposa” recordó la señora aún con pesar. La madre de las niñas fue la que resultó menos herida y por eso ayer mismo le dieron de alta médica.