Erick Carvajal, enviado
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Ciudad de Panamá. Enmudeció el Rommel Fernández.

Roy Miller sentenció a Panamá, anotó el quinto penal y a los canaleros se les apagó la sonrisa. Miller corrió a festejar, mientras Felipe Baloy, doblaba las rodillas, lamentando el lanzamiento que falló.

La Tricolor se desquitó y saboreó la venganza.

En la final del 2009, Panamá le ganó a la “Sele” por la vía de los penales, anoche le correspondió a los “Pana” sentir el ácido. El dolor de la derrota.

Ahora la Tricolor se verá mañana en la final contra Honduras, el clásico centroamericano, la opción para ver quién es quién, tras el empate a uno en el primer duelo entre ambos en la Copa UNCAF.

Merecido el pase a la final, no hay duda, la Selección no ha hecho un mal torneo, anoche jugó bien, sobre todo en el primer tiempo y Celso Borges nos regaló un golazo de tiro libre.

Merecido por el accionar, por la propuesta de La Volpe de ir al frente, de salir a proponer. Merecido porque se jugó ante Panamá y contra el árbitro.

¡Qué malo el salvadoreño Joel Aguilar!, pésimo su trabajo, permitió que los panameños golpearan y hasta se tragó un penal. Pero al final, Miller inclinó la balanza con su disparo cuando el juego se resolvió en lanzamientos de penales.

Ahí en la ruleta, Donny Grant, se lució al tapar el primer disparo a Blas Pérez.

También brilló en su accionar Marco Ureña, así como José Miguel Cubero, Darío Delgado y Dennis Marshall, pero ojo, a otros como Víctor el “Mambo” Núñez les falta subir.

También la Tricolor debe cuidar algunos detalles, como la marca, no se puede permitir que un rival ingrese solo al área, tal y como hizo Felipe Baloy, quien le dio a Blas Pérez el servicio para el gol del empate.

Ricardo La Volpe debe sacar sus conclusiones, pero de momento. la venganza tiene un dulce sabor.