Rodolfo Rodríguez, colaborador y agencias
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Rodolfo Rodríguez L. y agencias.- Su tenis está basado en la constancia, en no dar ningún punto por perdido y en no temer a ningún rival. Esas características han llevado al español Rafael Nadal a lo más alto del tenis mundial, siendo hoy por hoy el número uno del ránking de la ATP.
No obstante, el nativo de Mancor en Islas Baleares, como cualquier otro ser humano, no puede escapársele a las lesiones. El tenista siempre ha llevado consigo la sombra de una “bestia negra”, que aparece cuando está en su mejor nivel.
Luego de recibir el reconocimiento de los medios más prestigiosos del orbe, como el mejor tenista y uno de los mejores deportistas del año 2010, este inicio del 2011 en Doha, un mal virus azotó su cuerpo.
Luego, el trayecto de Rafael Nadal hacia la conquista del Abierto de Australia, lo que le hubiera llevado a convertirse en el tercer jugador de la historia, tras el australiano Rod Laver y el estadounidense Bill Tilden, en lograr los cuatro Grand Slam consecutivos, resultó abrupto igual que hace un año cuando se retiró sobre la misma pista.
Un mal gesto en el segundo set del partido ante su compatriota David Ferrer en semifinales dejaron estancado al número uno del mundo. “Sufrió una rotura fibrilar en los isquiotibial de su pierna izquierda y estará un mes sin jugar”, confirmó en Twitter, Tony Nadal, tío y entrenador de “Rafa”.
Una a una: todas dolorosas
De nuevo, el cuerpo de Rafael Nadal dijo basta.
Su primer problema físico lo dio su hombro izquierdo, separándolo 15 días de baja que no le permitieron disputar el Torneo Roland Garros 2003, su primer año en la máxima categoría.
En el 2004 sufrió una fractura por estrés en el pie izquierdo, al año siguiente aparecieron los problemas crónicos en sus rodillas, que incluso lo llevaron a jugar infiltrado.
Para el 2007 a “Rafa” le dan unos extraños calambres en el brazo izquierdo y mareos, luego de adelantar a Federer en el ranking en el 2009, tras una primavera casi perfecta, con triunfos en Montecarlo, Hamburgo, París, Queen's, Wimbledon, JJOO y Canadá; una tendinitis en sus rodillas hacen ver mal al español, sumado a varios padecimientos en su espalda, que lo llevan a operarse varias veces.
Hoy, Rafa sigue luchando contra los dolores.
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