Franklin Arroyo González
farroyo@aldia.co.cr
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El estadio Ricardo Saprissa es la cueva del gol olímpico. El tanto de Wálter Centeno, el miércoles pasado ante Santos, confirma que dicho inmueble es donde más se ven anotaciones de este tipo.
Estadísticas de Cristian Sandoval revelan que del año 2000 a la fecha, en los campeonatos nacionales de primera división, se han anotado diez goles olímpicos.
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Los últimos tres han sido en el Saprissa. Además, la “Cueva del Monstruo” ha sido testigo de cuatro de esos diez goles.
Walter Centeno con dos y Alonso Solís, con otros dos, son los jugadores que más han sacado ventaja de las características del Ricardo Saprissa.
La influencia de una corriente de aibre sobre el cantón de Tibás, llamado el “Paso de la Palma”, la disposición del estadio de norte a sur y las graderías altas al este y al oeste hacen del coloso morado, un estadio altamente afectado por el viento, según explicó la meteoróloga Gabriela Chinchilla.
Los jugadores no pasan por alto el factor viento. El mismo Centeno lo reconoce.
“En el fútbol no existen las casualidades. Yo practico y hay un mérito del cobrador, pero para nadie es un secreto que en el marco sur pega buen viento y que eso juega un factor importante”.
Eso lo sabe “Paté”, lo sabe Solís y cualquier jugador saprissista, por eso, después del gol, Centeno y compañía intentaron la hazaña otra vez. “Si pasa algo bueno... creo en eso, soy así. Es decir, si algo me da resultado lo vuelvo a intentar. También lo intentó Mauricio”.
El mismo Wardy Alfaro, guardameta del Santos, sabía del riesgo que implica en los tiros de esquina y el juego aéreo. “Saben que en ese marco sopla mucho viento y tratan de aprovechar esa situación a su favor”.
Colombiano de mundial
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En 1962 El primer gol olímpico en un Mundial lo marcó el colombiano Marcos Coll, el 3 de junio de 1962. Colombia empató a cuatro goles con Unión Soviética. Es el único tanto olímpico en un Mundial. En la imagen se aprecia el remate y a un defensor que deja pasar el balón. El portero era el famoso Lev Yashin “La Araña Negra”, considerado el mejor del mundo.
Otros goles olímpicos
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Afición morada.
Ventoso por excelencia
La posición de cantón de Tibás influenciado por el Paso de la Palma explica por qué el estadio Saprissa es tan ventoso, según Gabriela Chinchilla del Instituto Meteorológico Nacional (IMN). “Es una zona de paso de montaña, donde el viento se acelera”.
Dice que por lo general el viento sopla en sentido noroeste. La ubicación del recinto es de norte a sur, por lo que el “chiflón”, ingresa por el norte, la mayoría de las veces.
Las graderías altas al este y oeste favorecen la ventisca explica. “De diciembre a febrero es cuando más sopla e,l viento”; dijo.
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