Londres/AP.- Julian Assange y su séquito de abogados, partidarios y periodistas regresan este lunes a un tribunal londinense, donde el fundador de WikiLeaks se enfrentará con las autoridades suecas que piden su extradición por presuntos delitos sexuales.

La audiencia de dos días será determinante para el futuro jurídico de Assange, experto en piratería cibernética y cuyo sitio ha difundido secretos estadounidenses que han incomodado a diversos gobiernos, entre ellos a Washington.

A Assange, dos mujeres que conoció durante una visita a Estocolmo, el año pasado, lo acusaron de abuso sexual.

En la corte de magistrados de Belmarsh -un escenario judicial de alta seguridad al lado de una prisión-, los defensores dirán que Assange no debe ser extraditado porque no ha sido acusado de un delito, porque el caso en su contra que presentó la fiscalía sueca tiene fallas y porque el trasladarlo a Suecia podría hacerlo terminar en la cárcel estadounidense en Bahía de Guantánamo, Cuba, o en la lista de condenados a la pena capital en Estados Unidos.

Las autoridades estadounidenses intentan configurar un caso penal contra WikiLeaks, el portal que ha provocado la ira de Washington al difundir numerosos mensajes diplomáticos y archivos militares secretos de Estados Unidos.

Los abogados de Assange afirman que la fiscalía sueca actúa por motivos políticos y porque la alcanzaron las filtraciones.