Evelyn Fernández Mora
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“Para mí esto es una segunda oportunidad y hay que ser agradecido y vivir el día a día”, expresó con serenidad Delfi Cabrera, de 45 años, a quien se le realizó la primera y más compleja reconstrucción con microcirugía de las cinco que se han hecho en el hospital San Juan de Dios.

El vecino de Bijagual de Pilas de Buenos Aires de Puntarenas, vivía solo y se dedicaba a la agricultura en su casa. Pero, lo que sintió como un simple dolor de muela, resultó ser un tumor maligno de cabida oral que cambió su vida por completo.

“Yo le dije antes de la operación al doctor: ‘usted es el que sabe’ y puse todo en manos de Dios”, contó Cabrera.

El agricultor fue sometido en noviembre pasado a una resección completa de la mandíbula izquierda con reconstrucción del hueso del peroné, precisó Josías Juantá, el oncólogo y microcirujano, quien ha coordinado el equipo quirúrgico a cargo de esas intervenciones en dicho hospital.

Ayer Cabrera fue a su primera cita de quimioterapia en el hospital México, tratamiento al que debe someterse por seis semanas para superar la enfermedad.

“Yo estoy muy tranquilo. Ahora puedo comer mejor porque antes el tumor sangraba y me dolía mucho. Me siento bien, camino normal y tengo la fe en Dios de que saldré adelante”, dijo el puntarenense, quien ahora está viviendo con unas hermanas en Cartago.

El procedimiento

A Delfi se le extirpó el tumor, que pesaba 100 gramos, junto con su mandíbula izquierda.

Posteriormente, se le cortó y sacó el 80 por ciento de su peroné izquierdo con arterias, venas y piel incluidas y se moldeó el hueso para ser fijado en su cara como mandíbula con microcirugía.

“Se reconstruyó la parte interior de la boca y se realizó la anastomosis o uniones entre las arterias del hueso que se llevó de la pierna con vasos, arterias y venas del cuello, las cuales generalmente miden de 1,5 a 2 milímetros”, explicó el especialista.

Para el médico, la cirugía de este paciente fue la más complicada porque era muy extensa: debía resecar toda la mandíbula, disecar los ganglios del cuello, que son cirugías complejas y después, hacerle una nueva mandíbula.

Este logro tardó un total de 21 horas de cirugía continua. Trabajó un equipo de seis cirujanos y 17 profesionales más, entre anestesistas, enfermeras y personal de sala que se rotaban.

Por tumores malignos y avanzados, también se aplicó la técnica para la reconstrucción de la lengua a Marco Tulio Monge y la de una mejilla a un paciente que aún está internado en el hospital San Juan de Dios.

Los otros casos fueron reconstrucción de nervios en brazos. Uno a un paciente baleado y a otro, por un tumor benigno.

Destaca

El hospital San Juan de Dios destaca a nivel público porque es el que más ha hecho estas reconstrucciones con microcirugía, a cargo del especialista Josías Juantá.

Hay ciertas partes del cuerpo que funcionan como “donantes” de tejidos para las partes que necesitan ser reconstruidas y su extracción no afecta la salud del paciente.

La recuperación luego de las intervenciones, depende mucho del nivel de complejidad de cada una. Ronda entre siete días en cuidados intensivos y otros siete en hospitalización y control.

Una cirugía de este tipo cuesta unos $100 mil en Estados Unidos. Costa Rica es pionera con el procedimiento en Centroamérica. También lo aplican varios países de Norte y Sudamérica.

Los especialistas en esta área deben estudiar en el extranjero y costearse la mayoría de sus gastos. Se utilizan pinzas, lupas y microscopios muy específicos para trabajar.

Sin espera, por no ser muy frecuentes

En el país no existe una lista de espera específica para las microcirugías ya que tampoco se pueden aplicar de manera frecuente, pues eso depende mucho de cada caso, manifestó el especialista Josías Juantá.

“Es una herramienta más, que nosotros tenemos para operar pacientes con cáncer y poder reconstruirlos. No existe un tipo de cáncer al cual le podamos aplicar la técnica, sino más bien existen pacientes que necesitan grandes cirugías que requieren de la técnica, especialmente con enfermedades muy avanzadas”, dijo.

La intervención es más común en casos en tratamientos de cáncer de cabeza y cuello, pero se puede usar para la reconstrucción mamaria, de miembros inferiores, para traumas ortopédicos, en caso de pérdida piel o en otras partes del cuerpo por traumas.