Carlos Láscarez S., Hugo Solano y Alejandro Nerdrick, corresponsal GN.
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La niña de un año que fue embestida anteayer por un cabezal en Boston de Matina, donde además falleció su madre Dina Flores Fernández, de 26 años y un hermano de cuatro años, permanece conectada a un respirador y con pocas posibilidades de vivir.

Rodolfo Hernández, director del Hospital de Niños, aseguró ayer vía telefónica, que tras la valoración efectuada por especialistas en Neurocirugía, estiman que las lesiones cerebrales son incompatibles con la vida.

“Ella está en un coma profundo. Sigue con ventilación mecánica y medicamentos, pero la respuesta no ha sido la adecuada. El padre está en el hospital con la niña”, comentó Hernández.

Sobre la posibilidad de que la familia acceda en donar algunos órganos, el galeno indicó que aún no conversan con los allegados.

Makiel Tercero, hijo del trailero involucrado en el accidente, manifestó ayer vía telefónica que éste tenía cerca de 25 años de haber venido de León, Nicaragua.

Agregó que hace siete años su padre adquirió el tráiler, luego de que trabajó en bananeras.

“Nunca le había pasado ningún accidente, más bien a él lo chocaron en una ocasión. En Costa Rica tiene otros hermanos. Lo que más jala es piña y banano a Guápiles o Siquirres”, indicó.

Manifestó que están pasando por un dolor muy grande.

La esposa del trailero, indicó que es muy probable que la madre de la mujer fallecida se desplace desde Nicaragua a sepultar a su hija y nieto. Allegados de las víctimas corrían ayer para trasladar los cuerpos y otros se reunieron en el cementerio de Venecia con el fin de construir los nichos.