Lenín Fernández, baterista de la banda, no se guardó nada y habló del futuro de los “aluxes” y de la ola de violencia que azota a Guatemala y al resto del istmo.
¿Qué expectativas tiene de este retorno al país?
Es un reencuentro con dos tipos de públicos, el del fan que nos ha seguido desde siempre, y el de las nuevas generaciones de jovencitos que ni siquiera habían nacido cuando tocábamos, pero que les gusta y que quieren vernos en vivo.
Estará Malpaís pero, ¿se fusionarán ambos grupos en el mismo escenario?
De hecho eso va a pasar pero no puedo adelantar mucho. Acabamos de hacer uno con Éditus en Antigua, Guatemala y fue impresionante para el público. Tengo que hablarlo bien con Fidel Gamboa, director de Malpaís, para saber qué temas tenemos que aprendernos de ellos. Además nos une una fuerte amistad.
Se dijo en su momento que la separación de Alux fue por discusiones internas más que hacer carrera musical por su lado, ¿qué tan real era eso?
Nosotros cuando nos separamos fue por no estar de acuerdo en la parte musical, no fue un desacuerdo de personas, es decir que éste ya no me cae bien, no. Tuvimos un retiro de seis años y la gira “Reunidos por Guatemala”, para recaudar fondos y reconstruir escuelas por el huracán Mitch nos reunió. Nos dejó algo bueno, que el grupo no está para ganar dinero, sino que hemos podido responder en nuestro compromiso social.
¿La unión de la agrupación es temporal o va para rato?
Vienen muchas cosas. A partir de ese proyecto se empezó a aceitar la máquina, nos llamaban de otros países y de repente ya estábamos de nuevo integrados. Alguien de Alux dijo: “miren, ¿nos vamos a seguir peleando con el público? ¿seguiremos negándonos al placer de tocar? No nademos contra la corriente.
¿Grabarán un disco nuevo?
¡Sí! Pienso que sí es posible. Lo hemos hablado, viendo propuestas, hay un buen estudio de grabación que lo estamos estrenando, ¡pero todo a su tiempo! El 18 de agosto lanzaremos el DVD de Alux sinfónico.
Pero entonces, ¿sí va bastante conversado lo del disco?
Sí, incluso tenemos música que tocamos en vivo y no está grabado en un disco, ya tenemos temas propios, el siguiente paso sería grabar, pero todo a su tiempo.
En el mercado actualmente no ha vuelto a surgir un grupo centroamericano con la misma fuerza y capacidad de mover masas como lo hacían ustedes, ¿por qué cree que ya no sucede eso?
Se apega a tres cosas. Uno muy coyuntural porque salimos en un momento de muchos conflictos en la región. Segundo nos atrevimos en un momento en que la música (especialmente el rock) solo era en inglés, a hacerla en español. Y tercero fusionamos instrumentos y estilos que eran prohibidos hacerlos en ese tiempo, donde ninguna radio nos abría la puerta. Fue tenacidad, unida al talento, la visión y el componer. Desafortunadamente costará que vuelva a pasar.
Quienes los critican dicen que viven de glorias pasadas, ¿qué les dice Lenín?
La gente le da vida a esa música. Eso lo dice el seguidor que quiere oír música de moda. La respuesta es sencilla, porque la gente lo pide a gritos. Respondemos a la masa y no a la minoría. Una vez cometimos un grave error en un teatro. Solo cantamos música nueva y a mitad del “show” la gente empezó a murmurar, supimos lo que pasaba. Es bonito cantar unos temas nuevos, pero la gente quiere oír los clásicos. Vivir de la música del pasado es lo más digno. Hoy subo al carro y en la radio dan un tema de Alux de hace 25 años. Me digo que bueno que tuvimos la visión de hacer temas para el futuro.
¿Se arrepiente de algo?
No, de nada. Me da pena la felicidad que tengo. Hay mucha gente que no tiene lo que uno, la dicha de hacer lo que le gusta.
Luego de la muerte de Facundo Cabral, como ciudadano guatemalteco, ¿cuál es su sentir con la ola de violencia que atraviesa Guatemala?
Me siento muy mal, pero te digo, no me quedo sentado en la sala de mi casa. Yo estoy trabajando en proyectos de desarrollo social, voy a provincias, escuelas. Soy una persona que aporto en lo que sé hacer... que es música. A través del arte se logran muchas cosas.
¿Si tuviera que ponerle un título a una canción que arremete contra el narcotráfico, ¿cuál sería?
Sería “Ya no sigamos muriendo”, porque eso es lo más serio de este problema, la muerte. Ahorita hay fuego en las calles, hay asesinados, hay una guerra afuera en toda Centroamérica pero no la guerrilla, sino otro panorama y se llama el crimen organizado, secuestros, narcotráfico, políticos involucrados. Por eso debemos cantar nuevamente “Alto al fuego”.
¿Qué piensa de su presidente Álvaro Colom?
Es una persona de decisiones tibias, un tipo que no huele ni apesta como decimos en buen chapín. Como dice Rubén Blades “¡no estás en na’a!”, ese presidente de nosotros no está en nada.
Avalancha de ROCK
Concierto: Sábado 27 de agosto en el Club 212, San Joaquín de Flores en Heredia, 150 metros al oeste de La Casona del Cerdo. La cita es a las 8 p.m. Por primera vez con Malpaís.
Roberto Ferroque de Producciones Musixtage, indicó que las entradas en VIP (¢50 mil) ya están agotadas. Aún quedan en general a ¢15 mil, y en preferencial ¢25 mil.
Se consiguen en el sitio todoticketcr.com, o en los puntos La Casa de Las Revistas en Heredia, Plaza del Sol, Plaza de la Cultura, Multiplaza Escazú y en Novacentro.
Ferroque agregó que la puertas se abrirán a las 3 p.m. Parte de la banda llegará el 24 de agosto, entre ellos Lenín, el chelista Paulo Alvarado y la voz Álvaro Aguilar para dar charlas.
En ambas agrupaciones hay músicos con cargos gubernamentales. El cantante Álvaro Aguilar es coordinador general del programa de Becas, Coros y Orquestas del Ministerio de Cultura chapín, y Manuel Obregón es ministro de Cultura por Costa Rica.