Internacionales
Lunes 25 de julio de 2011, San José, Costa Rica

Anders Behring Breivik, autor de ataques en Oslo e isla Utoya

Noruego usó balas expansivas y dice que actuó solo

Oslo, Noruega/AFP y EFE.- Anders Behring Breivik, el noruego de 32 años cercano a la ultraderecha que reconoció haber cometido los dos ataques que ensangrentaron al país el viernes pasado, afirmó, según la Policía, que planificó su matanza hace mucho tiempo y que actuó solo.

El balance aún provisorio del peor acto de violencia ocurrido en Noruega desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, era este domingo de 93 muertos, 97 heridos y una cantidad indeterminada de desaparecidos.

Behring Breivik comparecerá este lunes ante un juez que se pronunciará sobre su puesta en prisión preventiva. El abogado del sospechoso, Geir Lippestead, aseguró que este “tiene dos deseos: que la audiencia sea pública y que pueda vestirse de uniforme. Desconozco cuál uniforme”.

“Quiere explicar públicamente lo que ha hecho. Considera que fue cruel tener que cometer esos actos, pero que, a su entender, era necesario”, agregó el jurista.

El sujeto preparó al menos desde el otoño boreal del 2009 esta operación, que se saldó con 93 muertos, siete por un atentado con coche bomba en el centro de Oslo y el resto asesinados por bala en la pequeña isla Utoya, donde se realizaba un campamento del Partido Laborista, en el que participaban unos 600 jóvenes.

Afirma que actuó solo en la carnicería, dice el comisario Sveinung Sponheim, pero según testigos de la matanza en Utoya, hubo “uno o varios” tiradores.

Poco antes de pasar al acto, el sospechoso difundió en Internet un manifiesto de 1.500 páginas, lleno de diatribas antimusulmanas, antimarxistas y antiinmigrantes. En el texto, en inglés, dice que será percibido en el futuro como el mayor monstruo (nazi) desde la Segunda Guerra Mundial.

Para causar la mayor matanza posible en su ataque al campamento juvenil, el autor confeso de los atentados usó un tipo de munición especial, prohibida en las guerras, según un médico que ha atendido a las víctimas.

El cirujano jefe del hospital Ringerike, Colin Poole, asegura que empleó las balas expansivas “dum-dum”, que tienen los extremos huecos para que el núcleo se fragmente en el impacto.

“Esas balas más o menos explotaban dentro del cuerpo de las víctimas. Las heridas internas que tenían eran absolutamente terribles”, explicó Poole.