Washington/EFE. - El presidente de EE. UU., Barack Obama, volvió a implicarse ayer en negociaciones con legisladores demócratas y republicanos para elevar el techo de la deuda, mientras los planes de ambos partidos para lograrlo se estrellaban en las dos Cámaras.
En un fin de semana clave para evitar que el Tesoro estadounidense se declare parcialmente en cese de pagos el próximo martes, el obstruccionismo continuó protagonizando el sábado las tensas negociaciones que mantuvieron activos tanto a la Casa Blanca como al Capitolio.
En una agitada votación, la Cámara de Representantes de mayoría republicana rechazó, por 246 contra 173 votos, la propuesta demócrata para alzar el techo de la deuda que ahora se sitúa en 14,3 billones, antes de que el Senado diera por iniciados los trámites para votarla.
Los republicanos optaron así por devolver el golpe que el Senado asestó el viernes a la propuesta del presidente de la Cámara baja, John Boehner, al bloquearla poco después de que fuera aprobada en ese hemiciclo.