Diana Vega
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Los abucheos, insultos y malos ratos se escuchan mientras el brasileño esté en la cancha.

Los aficionados manudos son los “principales enemigos” de Leandrinho, que no ha podido conquistar a la afición del campeón nacional.

¿Qué tan complicado es jugar con el rechazo de su propia afición?

Para cualquier jugador es complicado jugar con una afición que, lejos de apoyar al equipo, llega a criticar. Es un tormento jugar así, pero si Jesús no le agradó a todo el mundo, yo menos.

¿Es injusta la afición?

Sí, es injusta. Es mi segunda temporada con la Liga y fui goleador del equipo y campeón. Estoy dando el máximo, si la bola entra o no es otro tema. No sé si me rechazan por ser extranjero o es porque el pasado torneo fui goleador, y siempre debo ser el que anota y haga la diferencia. Un día soy villano y otro el héroe.

En la calle, ¿cómo lo trata la gente?

La gente no me dice nada, los que me hablan me apoyan y los que no, no. Fuera de la cancha nadie me ha insultado. Seguro como les caigo mal, no me hablan.