Caribeños ganaron en el Saprissa, en la Liga y ahora amargaron a florenses

Kenneth Hernández

Redactor

Limón encontró el antídoto para frenar a los grandes, ayer, le agrió la noche a Herediano que en el Rosabal Cordero se quedó con las ganas de sacar una victoria.

El héroe del juego, el arquero Erick Sánchez, quien le tapó un penal a José Luis Cordero al minuto 93.

El guardián de los tres palos silenció el estadio herediano.

Los hombres de Fernando Sosa jugaron sin reservas y no se dejaron impresionar por el líder del torneo que, una vez más, desperdició la ocasión de fugarse en la punta del certamen.

El equipo caribeño durmió tranquilo y amaneció mejor, sin la preocupación de ver su nombre en el sótano.

Le alcanzó con un justo 1-1 que para sus intereses resultó formidable, no así para los florenses que apenas le metieron una unidad a su cuenta.

En el certamen invernal Limón le ganó a Saprissa en Tibás (1-0) y a la Liga en el Morera Soto (2-0). Una gesta digna de ser enmarcada.

Una postal de gol

Lo mejor de la noche fue la anotación del limonense Kendrick Pinnock, digno de un crack, el futbolista agarró la pelota desde la cintura, dribló a un par de rivales y soltó un zurdazo que derribó la puerta de Cambronero.

Esa anotación fraguada al minuto 39 emparejó los cartones ya que antes el “Team” había roto el marcador.

Los anfitriones ganaban desde el minuto 24 con un testazo de Pablo Salazar tras un pase de José Luis Cordero.

En la primera parte, Limón maniató a su rival que empezó agresivo pero de a poco cayó en la telaraña que le extendió el conjunto caribeño.

Las ideas de José Carlos Cancela se atoraron y la chispa del “Mambo” Núñez se redujo a intentos flojos.

El uruguayo tuvo un partido para archivarse, pues hasta terminó en el banquillo antes de lo previsto.

Cordero que siempre es hiperactivo en la grama se quedó sólo porque nadie le acompañó en acuciosidad.

En la segunda parte, el cuadro limonense firmó su carta de intenciones, arroparse en su zona y dejar que los rojiamarillos gastaran todo el combustible posible en atacar.

Metió el partido en el congelador y se aferró al reloj para pellizcar un resultado favorable. La figura fue el meta Sánchez porque sacó un escudo y bloqueó lo que le llegó. Y lo mejor para él, atajar la pena máxima.