De la joven atarantada que conquistó a chicos y grandes con el sensual “baile de la mosca” hace ya más de 12 años en el desaparecido programa “A Todo Dar”, solo quedan los peluches, cartas y recuerdos que atesora en su hogar, Carolina Zeledón.
De esa época recuerda con nostalgia las experiencias vividas, pues según contó, ese fue su primer trabajo serio (apenas con 16 años, la menor del grupo).
“Al principio fue difícil, me tocó acoplarme en un grupo que ya estaba formado en el que además éramos un montón de mujeres”, anotó.
Poco a poco se fue ganando el cariño de todos y gracias a eso hizo las amigas que conserva hasta hoy y que son como ángeles en su vida, recordó.
Su llegada a ese programa fue su sueño cumplido, pues según confesó, de pequeña su mayor deseo era llegar a estar en programa como el extinto “Nubeluz” y para ella, “A Todo Dar” era lo que representaba eso.
Con la madurez que ha logrado gracias a los años y a uno que otro tropiezo, esta guapa morena aprendió a llevar la vida más despacio, pero no por esto a dejar de disfrutarla.
Afirmó que su personalidad es lo único que no ha cambiado con el paso del tiempo.
“Para mí sólo hay tres días importantes: ayer, hoy y mañana. Siempre digo que ayer es un cheque cobrado, mañana es un pagaré, el único día efectivo es hoy y por eso siempre he tratado de vivirlo muy intensamente”, comentó.
Sin embargo, afirmó que es consciente que el vivir de manera apresurada también tiene consecuencias. Dejar la televisión antes de tiempo fue una de esas decisiones de la cual dice luego se arrepintió.
Un norte
Tras superar su divorcio, el cual según ella también fue una experiencia difícil, calificó su matrimonio como algo maravilloso que le dejó a su pequeña Jimena.
Hoy afirmó que tiene un norte, sabe lo que quiere y para dónde va, por lo que su vida la lleva más pausada.
Totalmente realizada y a punto de ver cumplido otro de sus sueños: ser periodista, Carolina dijo no arrepentirse de nada de lo que ha vivido hasta el momento.
“He cometido errores, pero sin esas cosas no sería lo que soy ahorita, a lo mejor habría perdido mi esencia”.
Sus metas son claras. Llegar a convertirse en una periodista de política, lo cual según ella la apasiona desde que se daba sus “escapadillas” durante su época en el programa para conocer las salas de redacción del canal de La Uruca.
Aunque su vida ha estado ligada a la pantalla chica aseguró que le gustaría desenvolverse en un medio de prensa escrita y hasta llegar a escribir un libro.
Aunque por un tiempo se dedicó a la cocina y se veía casi con la envestidura de chef en una repostería, ahora ese capítulo quedó cerrado y no se ve de nuevo administrando un negocio de comida, como lo hizo durante varios años. Pero sigue siendo una apasionada de la cocina.
Con su hija Jimena, de 7 años, adora cocinar, bailar y hasta cantar.
Es la pequeña la que le permite superar los problemas y la que la ayuda a encontrar siempre el lado positivo de las cosas.
A pesar de que no le ha ido muy bien en el amor, “Caro” no cierra las puertas al hombre ideal que sepa como llegar a tocarlas, afirmó que se volvería a casar y tampoco descarta tener más hijos en el futuro, su sueño.
“Me gustaría tener una persona al lado con quien compartir cuando sea viejita”, explicó.
“Debe ser una persona espiritual, que respete mi personalidad y la comparta, que entienda que me gusta hacer amistades y que sobre todo respete y acepte a mi hija”, confesó.
Por ahora disfruta de hacer deporte, ya no es tan fiestera como antes pues según contó ahora le gusta más salir a lugares en donde se pueda compartir con los amigos.
Sobre su futuro lo único cierto es que difícilmente la volvamos a ver como “La Mosca”, pero eso sí, le gustaría estar en una revista televisiva dedicada a las mujeres.