Lunes 6 de agosto de 2012, Costa Rica

Murió Chavela Vargas a los 93 años

Lloran a “La Chamana”

Neyssa Calvo y Agencias

ncalvo@aldia.co.cr

“Aquí termina mi historia que comenzó de la nada, dame la mano llorona, que vengo muy lastimada”, es el último mensaje que se leyó en el Twitter de Chavela Vargas minutos después de dejar la tierra tranquilamente.

“La Dama del poncho rojo” como muchos la conocieron tuvo una vida desafiante hasta el último minuto, nunca se quejó y murió por un paro respiratorio, anunció la amiga y biógrafa de la cantante, María Cortina, a los reporteros frente al hospital en la ciudad de Cuernavaca, al sur de la capital.

Chavela Vargas tenía 93 años y no quiso recibir hemodiálisis ni entubación para ayudarla a respirar desde que ingresó el domingo hace ocho días, dijo su doctor José Manuel Núñez por sus creencias sobrenaturales de métodos de sanación.

Tan solo el sábado posteó en su Twitter “Yo no me voy a morir porque soy una chamana y nosotros no nos morimos, nosotros trascendemos”.

La cantante, cuyo nombre real es Isabel Vargas Lizano nacida en las tierras de San Joaquín de Flores revolucionó la escena musical cantando temas de amor, en ocasiones dirigidos a otras mujeres con su voz ronca, potente y luciendo siempre vestimenta de hombre.

De su familia en el país se sabe poco. Al Día intentó localizar al abogado de la familia Pablo Barahona, pero no fue posible.

Días atrás el abogado informó a Noticias Repretel que la familia no estaría interesada en la fortuna de Chavela y que una sobrina de la cantante viajaría a México.

“La Chamana”, como fue apodada, anunció en el 2010 en conferencia de prensa que toda su herencia sería destinada a los niños con cáncer, según el sitio wradio.com.mx.

Siempre tuvo un amargo resentimiento con su país natal aunque regresó varias veces con la intención de volver definitivamente a finales de los 90, según la agencia AFP.

Incluso pareció haberse reconciliado con Costa Rica en abril de 1994 cuando dio un concierto en el Teatro Nacional y luego en el auditorio de la Universidad de Costa Rica con sus temas “Marcorina”, “Un mundo raro”, “La Llorona” y “Paloma Negra”. Sin embargo, desde hace cuatro años al parecer rompió todo vínculo con su familia tica.

“Era rebelde, quería ser libre. La familia no aceptaba su lesbianismo, le caían a leño. Salía a dar serenatas en pantalones en tiempos donde solo los usaban los hombres”, dijo a AFP su sobrina Yisela Ávila.

Una nueva casa

Emigró a México en 1930 cuando sólo tenía 17 años, donde se nacionalizó y se convirtió en una de las principales intérpretes de la música ranchera. Sin embargo, fue hasta cuando ya tenía 41 años, en 1960, cuando empezó hacerlo profesionalmente.

En aquella época irrumpió en cantinas y bares mexicanos cantando con una pistola al cinto y una botella de tequila en la mano. Actitud que muchos reprobaron, pero otros la veneraron como la mujer que se atrevió a desafiar la cultura machista mexicana, cantando con emoción y ronquera los sufrimientos de amor que también padece una mujer.

Ella nunca escatimó en hablar sobre las críticas que le rodearon, muchas de ellas en torno a su homosexualidad, que hizo pública en su autobiografía “Y si quieres saber de mi pasado”, publicada en el 2002.

Relató que desde pequeña era señalada como una rareza y maltratada por sus padres, escribió Vargas, a quien se le llegó a relacionar sentimentalmente con la pintora mexicana Frida Kahlo.

Además de Kahlo y su esposo, el muralista mexicano Diego Rivera, el círculo de amistades de la cantante naturalizada mexicana incluyó a figuras como el compositor mexicano Agustín Lara, la actriz estadounidense Ava Gardner, el poeta chileno Pablo Neruda y el cantautor mexicano José Alfredo Jiménez, cuyos temas interpretaba con pasión total.

Reconocida por su firme carácter, dijo no haber sentido miedo durante su prolífica carrera.

“No le tuve temor a nada porque a nadie le hice daño. Siempre fui una vieja borracha”, aseguró entre risas durante un homenaje que se le hizo en junio de 2011 en México.

En una silla de ruedas que usaba desde el 2007 debido al cansancio de los años, con sus emblemáticas gafas oscuras y pañuelo al cuello, hablaba sobre el clima de violencia que impera en México.

Fue venerada por figuras como el escritor mexicano Carlos Monsiváis, la cantante mexicana Lila Downs y el cineasta español Pedro Almodóvar que utilizó temas suyos en la película “Tacones lejanos” y en 2002 Vargas apareció en la cinta “Frida” interpretando su éxito “La Llorona”.

Su partida ha causado réplica también en las redes sociales donde famosos del mundo del espectáculo y de la política la lloran.

Su cuerpo fue llevado ayer a la turística Cuernavaca , donde será su funeral. Después de los homenajes será cremada y sus restos se llevarán de vuelta a Tepoztlán, su hogar. Pero el mundo seguirá escuchando a “La Llorona” con su poncho rojo y medallón de chamana.

Lo dijeron por Twitter

Julieta Venegas, cantante: Tú no mueres porque vivirás para siempre en nosotros. Tu espíritu nos dan fuerza”.

Alejandro Sanz, cantante: Adiós Chavela. Vuela Señorona Y dile al mundo: ahí te quedas”.

Omar Chaparro, comediante: Personas como Chavela Vargas se miran desde la Luna. Eres enorme, fuiste y serás ”.

Felipe Calderón, presidente México: Como ella dijo: no muere, trasciende. Se quedan con nosotros sus canciones”.

Andrés Calamaro, cantante: Cien mil caballitos (copas) de tequila por Chavela Vargas”.

Alejandro Fernández, cantante: Mucha Historia, 93 años. Ánimo a toda la familia se fue una grande. Descanse en paz ”.