Vivir Hoy
Lunes 6 de agosto de 2012, Costa Rica

Preparativos de la Primera Comunión

Blancos frente al altar

Neyssa Calvo Achoy

ncalvo@aldia.co.cr

Cómo novias y novios llegarán vestidos al altar aún cuando ni siquiera tienen cédula, pero antes son los padres quienes deben lidiar con los preparativos de la Primera Comunión.

Pese a que la Iglesia Católica solo exige la vestidura blanca para niñas y niños en cada parroquia se pueden establecer además ciertos insignias como una cruz como signo vitalicio del cristianismo, recalcó Alfonso Mora, Vicario Episcopal de la Pastoral Litúrgica.

El vestido blanco es señal de pureza así como el lazo blanco en los varones, explicaron Mora y el párroco José Francisco Arias de la Basílica de los Ángeles. Otro signo que es común que carguen los niños al recibir el sacramento, entre octubre y noviembre, es la candela, pues simboliza la luz, destacó Arias.

A quebrar el chanchito

Para que ningún detalle se pase por alto lo primero es tomar en cuenta además del presupuesto es el clima y la hora en que se realizará la misa y la celebración, comentó Ana Zhen propietaria de Lara Liz, Novias, en Guadalupe.

Al igual que como sucede con los trajes de novia los niños deben probarse con al menos dos o tres meses el traje.

“Entre más sencillos más elegantes se ven los vestidos y ahora vienen también con algún detalle en color para realzar un poco más”, destacó Zhen que ofrece los vestidos en venta entre ¢40 y ¢60 mil.

En otros sitios como Angelitas Primera Comunión en Curridabat los precios oscilan entre ¢72 a ¢98 mil, comentó Patricia Muñoz.

En el mercado también existe la opción del alquiler. Por ejemplo, en Erika’s Ocasiones Especiales, en Desamparados se prestan los vestidos y el precio depende del estilo.

Los costos son muy cómodos para los padres, ya que para la niña se puede pagar por un alquiler como máximo ¢36 mil dejando un deposito de ¢10 mil, enfatizó Isabel Blanco de Erika’s.

Y para los varones también existe la posibilidad de alquilar el pantalón, la camisa y el saco y cuyo precio oscila entre ¢14 mil y ¢20 mil.

Algunas familias desean entregar recuerdos y para ello Muñoz sugiere echar mano de objetos útiles, como llaveros, dulceras con chocolates, rosarios infantiles, bolsas decoradas o bien una veladora.