Teherán/ EFE y AFP.- Los datos provisionales de víctimas de los dos fuertes terremotos, de 6,2 y 6 grados de magnitud en la escala abierta de Richter, que sacudieron ayer el noroeste de Irán, ascendieron abruptamente y al cierre de edición se hablaba de al menos 220 fallecidos y unos 1.500 heridos, declaró Jalil Saie, jefe del centro de catástrofes Naturales de Azerbayán oriental a la televisión estatal.
“El número de víctimas alcanzó los 220 muertos y los heridos son más de 1.500”, afirmó Saie.
Estos balances provisionales pueden agravarse vista la magnitud de los terremotos.
El director provincial de Servicios Forenses, Dahram Samadi Rad, había dicho antes a la agencia estudiantil ISNA que los cuerpos llegados a sus dependencias eran 98, pero “debido a la fuerza del terremoto y a los informes que nos llegan de la zona, es muy probable que el número de víctimas se incremente”.
Las zonas afectadas son los distritos de Ahar, Varzagam, Haris y Mehraban, según Sai, quien también señaló que “60 aldeas han sufrido daños de entre el 50 y el 70 por ciento y, además, hay seis aldeas totalmente arrasadas”.
Desde la zona, se han incrementado las peticiones de ayuda debido a la magnitud de la catástrofe, y algunos políticos han pedido que se aumenten los equipos de socorro, la asistencia médica, comida y objetos de primera necesidad para atender a heridos, atrapados y damnificado.
Además, hubo varias réplicas después de los fuertes sismos.
El terremoto más mortífero de las últimas décadas en Irán se dio en junio de 1990 al noroeste, con al menos 37 mil muertos.