Vivir Hoy
Domingo 8 de enero de 2012, Costa Rica

Corazón partío

Acosadora

Karina Picado, psicopedagoga

karinavidasana@gmail.com

Mi esposa es demasiado apegada a mí, en el sentido de que me abraza, besa y provoca sexualmente a cada rato. A mi me educaron diferente, no soy tan expresivo. ¿Cómo hago para separarla un poco sin rechazarla y que se sienta mal?

Primero hay que analizar varios factores. El primero es qué siente usted cuando ella hace esas cosas,¿qué le molesta: el momento, el lugar, la forma, la intensidad o la frecuencia en que lo hace? Saber esto es vital porque si es alguno de estos aspecto o incluso otro, lo va a guiar para decirle con mucho cariño y en forma positiva que a usted lo halaga –como hombre y como esposo- que ella lo quiera tanto y se lo demuestre, pero que por favor le tenga paciencia y traten de buscar un equilibrio para que ambos se acoplen a su ritmo. También es sabio que planifiquen durante la semana, espacios para disfrutar cada uno por separado haciendo cosas productivas, sanas y responsables como hacer ejercicio eso les ayudará a evacuar energías y sentirse muy bien cuando vuelvan a encontrarse.

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Mi hija de 12 años no me hace caso le doy una orden y empieza alegar y a replicar por todo hasta me cuestiona las normas. ¿Qué hacer en esos casos?

Le recomiendo de una vez que busque ayuda profesional, pues hay que analizar los orígenes o disparadores que hacen que se de la situación de violencia. También hay que analizar el modelo de comunicación entre ambas y si usted se siente culpable, impotente o cansada de ser fastidiada. Toda esta información servirá para diseñar un plan de modificación de conductas y ver el fondo del enojo que guardan ambas. Lo más importante es que se pidan perdón y anoten en qué han fallado ambas. Abrácense y prometan buscar soluciones poniendo cada una de su parte. Inicien escribiendo todo lo que se está prohibido hacer en casa, las sanciones y la conducta correcta esperada.