Un crujido extraño en el techo y la caída constante de restos de madera salvó, la noche del sábado, la vida de Ivannia, Adriana y las gemelas Laura y Loriana Madrigal Sequeira.
Media hora después de que abandonaron la habitación, la parte trasera de la vivienda cayó a un riachuelo. Tenían ocho años de vivir en esta casa de alquiler, en Cañada Sur de San Sebastián.
Bajo los escombros quedaron los muebles que no lograron sacar, además de algunas de sus pertenencias personales, como uniformes colegiales. Además, perdieron parte de la cocina y del cuarto de pilas.
Iván Madrigal y María del Carmen Sequeira, dieron alerta a los habitantes de la casa que se ubica al lado izquierdo, pues las paredes comenzaban a agrietarse y anunciaban así un desastre.
Augusto Gutiérrez tenía cerca de un año de alquilar esta otra casa. Llevaron los electrodomésticos al corredor y enseguida, la mitad de la casa se derrumbó.
Tres viviendas más resultaron con daños en la infraestructura, pero de menor gravedad.
Hoy el Ministerio de Salud rendirá un informe con las causas del incidente y las declaratorias de inhabitabilidad correspondientes para las casas más afectadas.