Domingo 1 de julio de 2012, Costa Rica

Una cárcel llena de misterio

Alcatraz

Patricia Recio

arecio@aldia.co.cr

Cuando la peor época del crimen reinaba en los Estados Unidos, se abrió la que sería una de las prisiones más implacables del mundo, cuya historia estaría rodeada de muerte y misterio, pues recibió a los delincuentes más peligrosos y hasta gánsters famosos como Al Capone.

Fue en agosto de 1934 cuando la isla ubicada en la bahía de San Francisco se convirtió en prisión, y según su historia en el portal de Wikipedia, durante sus 29 años de funcionamiento ningún preso logró escapar, a pesar de los 14 intentos de fuga registrados.

La escena más violenta se dio el 2 de mayo de 1946 cuando un intento fallido de fuga dio como resultado la llamada “Batalla de Alcatraz”, que dejó como resultado dos guardias y tres reclusos muertos y otros 11 guardias y un preso herido.

Dos de los participantes que sobrevivieron fueron posteriormente ejecutados por sus concursos en el fracasado intento.

Precisamente hace poco más de dos semanas se cumplieron 50 años de otra famosa fuga.

Según una publicación de elpais.com, para el FBI los hermanos John y Clarence Anglin sí lograron escapar con vida de la prisión la noche del 11 de junio de 1962, luego de meses de excavar túneles con cucharas hasta llegar a uno de los ventiladores que estaban en el tejado y para lo cual prepararon balsas que les habrían permitido llegar a la costa.

Pero a las fugas también se sumaron las incontables historias de terror, muchos de los prisioneros que pasaron muchos años ahí terminaron locos.

Aquellos que murieron en “La Roca” dejaron su espíritu para atormentar a guardias y hasta otros reos. Incluso existe una leyenda de un preso que murió de forma misteriosa luego de ver una extraña criatura y cuyo cuerpo desapareció ante todos.

Alcatraz fue polémica desde su apertura. Su vulnerabilidad (cuando se la definía como inexpugnable) y el hecho de que la sal del mar corroía sus estructuras metálicas llevó al fiscal general de entonces, Robert Kennedy, a tomar la decisión de cerrar el penal en 1963. Años más tarde fue convertido en Parque Nacional.

El último preso en abandonar el penal fue Frank Watherman el 21 de marzo de 1963.