Al menos dos bandas juveniles compuestas por menores entre los 13 y 17 años se apoderaron del distrito de Pital, San Carlos.
Los vecinos están atemorizados, ya que los robos y asaltos aumentaron en los últimos meses.
Y es que en este distrito se registran a diario al menos tres asaltos y cinco robos a viviendas, hechos que los vecinos ya no denuncian, porque aseguran que a los delincuentes nunca los mandan a prisión, por ser menores.
También se quejan por la venta de droga y la prostitución, incluso con menores de edad.
Los grupos de asaltantes se mueven en los alrededores del colegio nocturno, donde han cometido varios asaltos.
Otros de los sitios predilectos para asaltar son el área comunal, el sector donde está ubicado el edificio de los bomberos y las rutas que comunican al centro de Pital con los caseríos de Puerto Escondido y Cuatro Esquinas.
Estos menores comenzaron a cometer asaltos golpeando a las víctimas, pero ahora las amedrentan con puñales y hasta con armas de fuego.
El caso más reciente se produjo en el súper Divino Niño, donde dos delincuentes ingresaron armados con pistolas, amenazaron a los que estaban presentes y se llevaron más de un millón de colones.
En cuanto a seguridad el distrito, pese a ser un poblado fronterizo, está a la deriva.
Actualmente solo vigilan tres policías por turno, que al final se reduce a un solo oficial.
Esto porque de los tres, uno solo tiene la función de atender el teléfono y el radio de comunicación, el otro es el chofer de la patrulla, la cual no puede dejar sola, por lo que solo queda uno.
Más de 100 vecinos de Pital se reunieron la semana pasada en el salón comunal con Freddy Santamaría, uno de los jefes de la Policía de Fronteras, a quien plantearon sus preocupaciones.
