Sólo en la provincia de San José existen al menos diez barrios catalogados como muy peligrosos, conflictivos y de alta incidencia delictiva, según información en poder de la Fuerza Pública, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Policía de Control de Drogas (PCD).
Aunque no se cuenta con un listado de cuál es más o menos peligroso, las autoridades policiales coincidieron en que en la ciudadela La Carpio, en La Uruca, se está más propenso a ser víctima de un asalto o una agresión, tanto con arma de fuego como blanca.
La razón: la existencia de al menos cinco pandillas que se disputan el control para la venta de drogas al menudeo, por aspectos territoriales y por rencillas entre diversos integrantes, la mayoría muy jóvenes o menores de edad.
El policía Alexánder Salazar Murillo, oficial de Guardia de la sede policial de La Carpio, comentó que los principales hechos de violencia como balaceras, agresiones domésticas y asaltos ocurren en la madrugada de sábados y domingos, debido a la alta ingesta de licor que se da en la zona.
“Acá los problemas surgen una vez que integrantes de grupos de La Primer Parada se topan con alguien de La Tercera o alguien de La Tercera con grupos de Los Ángeles. Ha pasado que lanzan piedras a los buses para tratar de impactar a otro rival, los cuales son jóvenes”, dijo Salazar.
Raúl Rivera Bonilla, director de la Fuerza Pública de San José, aseguró que existen varias comunidades “sensibles” donde se registra un alto índice de venta y consumo indiscriminado de drogas. Agregó que uno de esos lugares es León XIII, barriada donde han descubierto que reciben a diferentes personas que se dedican a delinquir en otras zonas.
“En La Carpio está autorizada una sola patente de licores, pero existe una serie de bares clandestinos donde los fines de semana las personas toman licor de manera indiscriminada. No los considero pandillas, son de menor rango”, sostuvo Rivera.
También tienen identificados a grupos delictivos en La Carpio, Los Guido, en Desamparados, tres poblados de Tirrases, en Curridabat y Sagrada Familia en Hatillo. Allí, el OIJ arrestó el 8 de marzo del 2011, a siete menores que tenían amenazados a toda la comunidad y quienes intimidaban con la distribución de fotografías, en las cuales mostraban armas, incluida una AK-47.
En Rincón Grande, Villa Esperanza y Lomas del Río, en Pavas, el delito que con más frecuencia ocurre es el asalto a los camiones repartidores, pese a que viajan con un custodio armado y a tempranas horas. (Ver nota aparte).
En menor proporción también se tiene como problemático el barrio Sinaí, en San Pedro de Montes de Oca, así como el sector de El Matadero y la última parada, en Los Cuadros de Goicoechea.
Celosos vigilantes de alamedas
Durante un recorrido efectuado el miércoles anterior, en Pavas, fue notoria la presencia de vigilantes o “campanas”, situados a la entrada de alamedas y calles.
Para la Policía, su labor se centra en alertar – por medio de silbidos, códigos y llamadas desde celulares– al resto de personas que realizan venta de drogas que las autoridades se acercan al lugar. En su mayoría se trata de adictos a quienes les pagan con pequeñas dosis de droga por vigilar.
Rivera señaló que en La Ponderosa, el precario Gloria Bejarano y Las Gradas en Tirrases de Curridabat, tienen la presencia de muchos menores infractores.
“Hay lugares donde por simpatía aceptan a quienes delinquen. Sin embargo, hemos visto que existe gente buena. Algunos sitios tienen una sola entrada y la misma salida ”, indicó Rivera.
Labor de inteligencia resulta vital
Allan Fonseca, subdirector a.i del OIJ, aseguró que de acuerdo con las denuncias recibidas es que se establecen los diferentes delitos, lo que da paso al análisis criminal en cada zona y luego a las detenciones y presentaciones ante el Ministerio Público.
Citó a La Carpio, Los Guido, León XIII, Purral y otros sitios de Pavas como conflictivos, donde se cometen algunos delitos atribuidos a rencillas y venganzas entre grupos de delincuentes. En el plano policial se les da seguimiento a las bandas y donde hay diferentes casos que tienen que resolver.
“Las mayores incidencias las tenemos focalizadas en varios lugares. Hay muchas agresiones con arma de fuego y arma blanca que en ocasiones terminan en homicidio”, dijo Fonseca.
Según un alto jefe policial de la PCD, cuya identidad reservamos por motivo de seguridad, hace falta mayor regulación en la venta de teléfonos celulares y chips, lo que es aprovechado por los delincuentes.
Indicó que la pobreza, el poco desarrollo y la deserción escolar son aspectos que influyen en los jóvenes que prefieren delinquir.
Tenga cuidado
Ojo por si lo abordan
Los asaltos, hurtos y timos en el centro de San José ocurren en un cuadrante que se extiende desde el Parque La Merced hasta el Parque Central, según el OIJ.
Lugar bien identificado
En Rohrmoser, cerca de la embajada de EE. UU. y el bulevar, se registran varios casos de robos a viviendas.
No deje su vehículo solo
Hay mayor posibilidad de que le roben su carro si viaja por Los Yoses, San Pedro y la rotonda de la bandera.
Fuente: OIJ
Vapuleado y asaltado por dos hombres
Lo que era una jornada normal de trabajo para el agente de ventas de Nestlé, Arlon Jiménez Vargas, de 21 años, se convirtió en susto y dolor el miércoles anterior, luego de ser asaltado en Lomas del Río, Pavas.
Era la 1:15 p.m. cuando fue sorprendido por dos hombres pequeños y de pantaloneta, quienes primero golpearon a puñetazos una ventana y luego dispararon para despojarlo de un celular y ¢100 mil en efectivo. “Donde los vi puse el seguro, pero quebraron el vidrio y dispararon. Me pasó cerca”, relató mientras se recuperaba del asalto.