El reloj marcaba las 11 de la noche cuando el sonido de un teléfono repicaba en una de las oficinas de la Municipalidad de San José en 1970.
“Queremos que seas el rector del Tecnológico, qué decís”; escuchó al contestar la llamada un joven de 33 años, vecino de Cartago e ingeniero civil de profesión.
Tan solo unos segundos tardó Vidal Quirós Berrocal antes de darle un seguro “sí” a la oferta del entonces ministro de Educación, Uladislao “Lalo” Gámez.
Con una pequeña casa, sin profesores, ni recursos económicos suficientes, fue como Quirós empezó el reto de fundar el que ahora considera su hijo, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC).
El miércoles pasado la Asamblea Legislativa lo declaró institución benemérita de la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología costarricense”.
Hace 41 años, las carreras de mantenimiento industrial, producción industrial o construcción, se impartían en una pequeña casa, en el centro de Cartago.
Hoy destacan las instalaciones modernas y los laboratorios con tecnología de punta donde se imparten 22 carreras de bachillerato, maestría y doctorado, las cuales llegaron a llenar un vacío existente en el mercado laboral tico.
Estudios realizados por la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer) revelan que todas las carreras dadas en el TEC, tienen actualmente una gran demanda laboral.
“El egresado del TEC es el egresado universitario que es contratado en menor tiempo y con el salario más alto. Eso demuestra la demanda de las empresas por nuestros profesionales”, explicó Julio Calvo, rector actual de la universidad.
Calvo recalcó que gracias a la calidad educativa de los estudiantes que salen del Tecnológico, empresas extranjeras han venido a invertir en el país.
“Aquí Intel vino por varias razones; una era por la excelente calidad de la energía eléctrica y otra porque teníamos ingenieros en computación”, señaló Calvo.
Tal es la demanda laboral que tienen las carreras de esa casa de enseñanza superior que el 100 por ciento de sus egresados consigue empleo al concluir los estudios, según datos del Consejo Nacional de Rectores (Conare) brindados por el diputado del PAC, Víctor Hernández.
Algunas carreras impartidas en la institución son ingeniería eléctrica, nanotecnología, electrónica, mecatrónica, ingeniería en ciencias de la computación y administración de empresas.
Actualmente el Instituto tiene 8.150 estudiantes matriculados en las tres sedes de Cartago, Santa Clara, San José, y una sede inter universitaria en Alajuela.
Una mirada al pasado
Sus primeros pasos como centro educativo se empezaron a dar en 1970, pero no fue si no hasta un año después que se estableció por ley como Institución de Educación Superior Pública.
La mirada visionaria de Vidal Quirós y su equipo, hizo cambiar los planes del Gobierno, que veían al Tecnológico como la alternativa para un grupo de ciudadanos que se beneficiarían con carreras de menos de tres años.
La formación del equipo de profesores y las carreras que se debían impartir, fue el primer reto que asumió Quirós junto a su mano derecha por más de 12 años, el Ing. José Joaquín Seco.
Después de pasar con creces el primer desafío, se inició un proceso de cambio de infraestructura ya que en la pequeña casa, no encajaba el Tecnológico con el que Quirós y Seco soñaban.
El proceso de compra de los terrenos se extendió cinco años. Realizaron un préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y tiempo después, el sueño se hizo realidad.
Comunidad TEC siente mayor responsabilidad
Benemeritazgo genera aún más compromiso
Cristina Fallas V.
cristina.fallas@nacion.com
Si hay un sentimiento mayor que el de alegría entre las autoridades y estudiantes del Tecnológico de Costa Rica (TEC) por el benemeritazgo de la institución, es el de la responsabilidad.
Para Julio Calvo, rector del TEC, el declarar benemérita a la institución es un gran honor, pero al mismo tiempo, un compromiso aún mayor con el país.
“Nos honra pero a la vez nos compromete a continuar con excelencia académica”, agregó.
Mauricio Montero, estudiante de ingeniería en diseño industrial, coincidió con el rector y añadió que esto les impulsa a brindar más desarrollo a Costa Rica.
Kenneth Alfaro, estudiante de ingeniería ambiental, manifestó que la declaración de benemeritazgo es un llamado a los estudiantes para trabajar mejor.
Estudiantes y egresados caminan al éxito
Destacan tras su paso en instituto
Cristina Fallas V.
cristina.fallas@nacion.com
Ya sea con su propia empresa; descubriendo bacterias y construyendo un software o componentes electrónicos, los estudiantes y egresados del Tecnológico de Costa Rica (TEC) destacan con sus proyectos a nivel nacional e internacional.
Uno de los graduados es Hugo Brenes, quien estudió finanzas en el TEC en 1977 y que al concluir sus estudios formó la empresa “Pirámide Internacional”.
Debido a su éxito logró venderla e inaugurar la tienda “La Casa”, en Desamparados, en la que, venden artículos del hogar al minoreo. Espera a corto plazo extenderla a otros sitios del país.
Otro ejemplo de triunfo es el de Byron Pérez, estudiante de ingeniería en computación, quien creó un software llamado “Tupera” que produce referencias bibliográficas. Con el programa, que busca combatir el plagio, ha recibido varios premios.