Sucesos
Viernes 29 de junio de 2012, Costa Rica

Será sepultado hoy al mediodía en Vásquez de Coronado

Piloto hizo la ruta un día antes

Carlos Láscarez S.

clascarez@aldia.co.cr

Heredia. - Un día antes de sufrir el accidente aéreo donde murió, el enfermero y piloto Pablo Andrés Salmerón Rodríguez, de 29 años, efectuó la misma ruta, confirmó ayer Lucía Navarrete Carrillo, jefa inmediata de enfermería del Hospital San Vicente de Paúl.

Anteayer, Salmerón gozaba de un día libre, que había sacado con el fin de acumular horas vuelo, por lo que regresaba ayer a laborar en el turno de 2 p.m. a 10 p.m.

En ese centro de salud fue recordado ayer como una persona con un desempeño excelente, atento e identificado con la profesión y los pacientes a su cargo.

“Pablito me va a hacer mucha falta. Es como si fuera un hijo. Tenía autoridad y era vigilante de los derechos de los pacientes. Me pedía las horas extra ya que decía que tenía que conseguir ¢70 mil, que era lo que pagaba por cada hora de vuelo”, recordó Navarrete.

Agregó que siempre recordará la nitidez y blancura de la gabacha que usaba, misma que Salmerón decía, lavaba con sus manos.

Desde primeras horas del miércoles, sus compañeros del turno de 6 a.m. a 2 p.m. experimentaron tensión, que se convirtió en dolor y llanto al conocer del deceso.

El domingo cumplía tres años

Yolanda Arroyo Chacón, directora de enfermería del hospital herediano, comentó que el próximo domingo Salmerón hubiera cumplido tres años de laborar como enfermero en la sección de emergencias, luego de que había obtenido la licenciatura en Enfermería con mucho esfuerzo.

Cada día en emergencias y en diversos turnos, se desenvolvía en diferentes salas, por lo que era muy conocido en el hospital.

“Él (Pablo) no era de pelear. El viernes pasado vino y me pidió unas vacaciones. Nos llevábamos muy bien. Sus compañeros andan muy dolidos por lo que le ocurrió”, comentó Arroyo.

Debido a que sus compañeros querían despedirse de Salmerón, sus familiares accedieron a llevarlo por dos horas a la capilla del hospital. El féretro fue recibido por unos 30 compañeros de enfermería, quienes cargaban rosas amarillas y aplaudieron, mientras otros lo llevaron en hombros. Luego fue velado en la capilla de velación de la iglesia de Moravia. Estudiantes de la escuela CPEA lo despedirán vestidos de pilotos.