Dos hombres fueron condenados ayer a 25 y 28 años de prisión por la muerte de un hombre a quien mutilaron, el 26 de julio del 2010, con cuchillos de carnicería.
Se trata de Juan Gabriel Rosés Sanabria y Gerardo Uva Bermúdez, vecinos de Cartago, quienes guardaron silencio tras el fallo.
El Tribunal de Juicio de Cartago ordenó contra ambos seis meses más de prisión preventiva mientras el fallo queda en firme.
El debate se realizó en los Tribunales de San José por razones de seguridad. De hecho, Uva y Rosés fueron custodiados por una docena de oficiales
Los jueces los declararon culpables del homicidio calificado de Rándal Vega González, a quien le cortaron la nariz, una oreja, los labios, una mano y la pierna izquierda a la altura de la rodilla.
También sufrió profundos cortes en distintas partes del cuerpo y fue brutalmente golpeado, según reveló durante su exposición del veredicto, el juez Minor Soto.
“Actuaron con alevosía y ensañamiento”, exclamó dirigiéndose a Rosés y a Uva, mientras algunos de sus familiares sollozaban y se consolaban en las bancas.
Aunque los ahora condenados no participaron de las mutilaciones, los jueces concluyeron, basados en dos testimonios, que ambos apuntaban con armas de fuego al muchacho mientras otros dos hombres lo cortaban.
Esas personas, solo conocidas con los alias de “George” y “Honduras”, nunca fueron identificados ni detenidos por la Policía.
Vega fue mutilado en un sector solitario de Tucurrique de Jiménez, Cartago, donde un vecino lo encontró y, pese a las múltiples lesiones, vivió mes y medio.
En algún momento contó lo sucedido a su tía Xinia María Gómez Vega, a quien desconocidos asesinaron a balazos el 11 de mayo pasado en el centro de Cartago.
Su declaración, previamente grabada por la Fiscalía, fue “piedra angular” para el fallo condenatario contra Rosés y Viva.
