Catedral.- Mientras el fuego consumía antenoche cinco casas y una pulpería, Rosa María Sandoval, de 61 años, no lo pensó dos veces y atravesó las lenguas de fuego para rescatar a su esposo Carlos Edwin Mora Chacón, de 90 años, al igual que a un niño de cuatro años, en barrio San Cayetano.
Así lo confirmó ayer su hija Rosa Mora, en el momento en que observaba los escombros y latas de zinc de la vetusta estructura de 800 metros cuadrados.
“Mientras mi mamá sacaba al chiquito, mi papá se le perdió. Luego se metió entre las llamas a la brava y lo sacó. El niño asustado se metió debajo de una cama. Los dos terminaron con quemaduras de segundo grado en los brazos y el rostro”, dijo Mora.
Los dos adultos mayores fueron dados de alta horas después y ahora tienen que asistir a diario a la clínica Carlos Durán para que le curen las heridas.
Otra de las familias afectadas fue la integrada por José Olman Calero, quien en cuestión de minutos observó cómo el esfuerzo de 22 años era consumido.
“Estaba llegando del trabajo cuando en eso vimos el fuego. Alquilábamos desde hace seis años y nos quedamos con lo que teníamos puesto. Ahí vivíamos cuatro adultos y dos niños”, comentó.
Su nuera Débora Sánchez aseguró que las llamas la sorprendieron en uno de los cuartos y que se extendía por el cielo raso, por lo que solo pudo salir de la casa.
El año anterior esta familia adquirió con gran esfuerzo varios electrodomésticos nuevos, los cuales perdieron por el fuego.
Pasaron la noche en el salón parroquial de la iglesia de San Cayetano, en donde reciben ropa de hombre, mujer y niño, así como víveres de todo tipo.
Si desea ayudar a los afectados con dinero puede colaborar a la cuenta # 001-02-81420-0 del Banco de Costa Rica o la cuenta de la Asociación de Desarrollo Integral de Vecinos de San Cayetano.
