Franklin Arroyo González
farroyo@aldia.co.cr

Celulares, paraguas, sombrillas, abrigos, paquetes y... hasta niños, son lo que con más frecuencia pierden los costarricenses por descuido.

Muchas veces, esos despistes facilitan la labor de los amigos de lo ajeno, quienes visitan centros comerciales o grandes cadenas de supermercados.

Han perdido coches de bebés, y no falta quien confunda el espacio del parqueo donde dejó el vehículo y acuse a la seguridad del establecimiento comercial de negligencia. También han olvidado portátiles y sumas significativas de dinero.

Gerardo Vargas, jefe de operaciones del Paseo de las Flores, Heredia, comentó que la gente confía la seguridad al centro comercial y, a veces, caen en excesos.

“Cuando las personas visitan un centro comercial, van con la idea de distraerse, y eso implica que la gente traslada al centro comercial la seguridad. Y, por buscar o ver una vitrina, descuidan cosas”, explicó.

María Picado, coordinadora de seguridad del Mall San Pedro, aseguró que la gente se pone a hablar, deja las cosas a un lado y las pierde de vista.

“Después de hablar, se levantan y se van y, al regresar, se dan cuenta de que el artículo ya no está. A veces es mejor que los objetos estorben, que uno esté incómodo, pero, así, no se descuidan”, dijo Picado.

En los supermercados o centros comerciales, confiesan que es complicado estar pendiente de cuidar a todas las personas, por eso piden más cautela.

“En muchas ocasiones, se descuida el carrito de compras, o se deja expuesto un bolso, un celular o una billetera. A pesar de que tenemos seguridad, sería muy ambicioso pretender que se puede estar pendiente de las pertenencias de cada uno de nuestros clientes”, dijo Alberto Lecompte, jefe de seguridad de Megasúper.

Coma, pero mire

Todos los consultados aseguraron que el lugar donde más se pierden cosas es la zona de comidas, seguida de los baños, las áreas de cine y los parqueos.

“Alguien se sienta a comer con dos amigas y en una silla desocupada todos ponen las cosas. Al levantarse se les olvida el paquete. O fueron al baño y al usar el secamanos, dejaron el celular en el lavabo”, expresó Roberto Carballo, gerente de operaciones del Grupo Roble, administrador de Multiplaza.

Niños y carros

Uno de los descuidos más frecuentes es el de los niños, pues los padres los pierden de vista unos instantes, continúan con su actividad y no se percatan hasta minutos después.

“El cuidado que los adultos deben tener cuando asisten con menores a lugares públicos es indispensable. Tenemos un protocolo para la atención de este y otros eventos que sabemos pueden pasar”, expresó Adrián Calderón, gerente de Prevención y Pérdida de Wal-Mart Centroamérica en Costa Rica.

Vargas, del Paseo de las Flores, aseguró que el extravío de niños es común. “Si aquí hubiera robo de niños, harían fiesta. Cuando entran a una tienda, es una mala estrategia decir a un menor de tres o cuatro años que se quede quieto, porque ellos no entienden”.

El descuido llega a tal punto que muchos olvidan dónde dejaron el carro en el parqueo y reclaman que fue robado.

“Les ocurre más a los ‘viejitos’. Una vez, un señor insistía en que le robaron el carro y la señora le decía que tal vez lo había dejado en otro lugar. Se le pidió la descripción del vehículo y resultó que estaba en otro lado del parqueo”, expresó Carballo, de Multiplaza.

Al Mall San Pedro, una vez llegó un coche solo en un ascensor. “Traía un montón de paquetes y mucho dinero. A los minutos llegó una señora”, dijo Picado.

A las mujeres solas, que andan con niños, paquetes, celulares y en mandados, se les olvidan más las cosas. “No es por el hecho de ser mujeres, es que son las que hacen los mandados, las que andan a los niños, bolso, cartera, celular, y fácilmente olvidan algún artículo”, añadió Vargas.

Muy confiados

Gary Guerrero.

GaryGuerrero, Curridabat.

La gente se fía de la seguridad de los centros comerciales y descuida las sombrillas en los paragüeros”.

AlexanderBrenes, Barrio Cuba.

La gente es demasiado confiada. Todos creen que se cuidan de que no les roben, pero terminan siendo confiados”.

JéssicaMagaña, Sto. Domingo.

A los ticos nos abraza la cultura de ser confiados. Creemos que a otros les pasa, pero a mí no. Y nos pasa”.

Ana MayelaCéspedes, MOravia.

Uno deja los paquetes hasta con los guardas, incluso abiertos, y ahí mismo los abren. Uno no toma medidas”.

Prevenidos

En los “food courts”, tenga los paquetes a la vista y no ponga el celular en la bandeja o sobre la mesa. Si es posible, los paquetes, aunque le incomoden, póngalos sobre sus regazos.

Asegúrese de cerrar bien las puertas y ventanas del carro y no deje artículos de valor a la vista. Evite hablar por celular o enviar mensajes de textos porque perderá la perspectiva de dónde está y a quién tiene cerca.

Si debe ir de compras, vaya acompañado, sobre todo, si debe llevar niños. Nunca los descuide en los “plays” ni en zonas de comida. Aunque les haya dicho que estén en un solo lugar, no se confíe, ellos no entienden.

Si anda en carro y tiene que ir a comer, deje sus compras en la cajuela, aunque deba caminar un poco más. Deje el vehículo en un lugar seguro, donde haya alguien que se haga responsable en caso de robo.

Es importante utilizar las tarjetas en los centros comerciales. Al sacar dinero, tómese su tiempo y espere que el cajero electrónico haga todo el proceso, muchas veces se dejan tarjetas por andar en carreras.

Para el director regional de la Fuerza Pública de Heredia, Raúl Rivera, los teléfonos celulares distraen en toda circunstancia.

“En la Fuerza Pública está prohibido usar el celular. Una persona descuida su propia seguridad al hablar. Al escribir un mensaje de texto, pierde la perspectiva del lugar, de quién está cerca, de lo que pasa, y se expone al arrebato”, dijo.

Rivera recomienda utilizar tarjetas en vez de dinero y llamar al 911 ante cualquier movimiento sospechoso que se observe.

¿Por qué las personas olvidamos cosas de gran valor o tan útiles, como billeteras, celulares, hijos...?

El hombre contemporáneo está en varias cosas al mismo tiempo. Físicamente, estamos en un lugar, pero mentalmente en el teléfono, en el trabajo, en la cita. La vida social nos lleva a tantas actividades que el pensamiento genera una dinámica distractora. No es extraño que alguien, sometido a estas demandas, pierda algo.

¿Cómo explica que a algunas personas se les pierdan cosas con más frecuencia que a otras?

Puede ser un asunto de personalidad, pero posiblemente tiene que ver con la socialización, a cómo dar prioridad a las actividades. Si ese proceso no lo aprendemos en la escuela o de niños, la propensión a estas situaciones se incrementa.

¿Qué recomienda?

Hacer las cosas mecánicamente. Guardar las llaves en el mismo lugar, el lapicero. El celular usarlo siempre en el mismo lugar. Así se desaloja un espacio mental que puede utilizarse para otras cosas.